Un tucumano en tiempos de transición

BIOGRAFÍA

ENTRE DOS MUNDOS. MILITAR REPUBLICANO Y POETA CRIOLLO 

PAULO CAVALERI

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Juan Carlos Franco fue un hombre de letras y de armas nacido en un espacio y en un tiempo donde la pluma y las balas bailaban un minué entre vidalas y golpes militares. Es que la breve e intensa vida de este “militar republicano y poeta criollo”, como reza el subtítulo, fue un epítome de amor por la patria, traducido en su honda devoción por la tradición musical criolla y su defensa inclaudicable de los valores encarnados en la constitución, en especial aquellos referidos al respeto por la ley y al derecho a la vida. En Entre dos mundos. Militar republicano y poeta criollo, su autor, el doctor en historia Paulo Cavaleri, se remonta a las raíces del árbol genealógico de Franco, hecho de hacedores de la patria desde el siglo XVII. Con pluma ágil y amena y apoyado en el rigor de la historia al evocar su figura, Cavaleri configura el derrotero de un país envuelto en una turbulencia institucional que cundiría durante varias décadas. Su asociación creativa con Héctor Roberto Chavero, conocido más tarde como Don Atahualpa Yupanqui, lo llevó por los caminos polvorientos entre Santiago y Tucumán, solo munido de versos, cantos y guitarras. Su participación temeraria del lado de la institucionalidad en el 30 representada en la figura del presidente Hipólito Yrigoyen más la posterior defensa del anarquista Severino Di Giovanni, aluden una vez más a su frenética pulsión republicana. Desde el conspicuo Natalio Botana hasta el General Juan Domingo Perón, pasando por el relevante General Severo Toranzo, la existencia de Franco parecía signada a interactuar, en calidad de par, con hombres que más tarde trazarían, para bien, para mal, los destinos nacionales. Amor, matrimonio, hijos, exilio, penurias y retornos fueron la sustancia y contingencia de una vida truncada muy prematuramente y recubierta por cierta mitología alrededor de su muerte. El libro incluye también la correspondencia de Franco con su esposa y una docena de vidalas inéditas. Que de no haber muerto tan joven Juan Carlos Franco hubiese tal vez estado destinado a pasar a los libros de historia, son conjeturas ociosas. Lo único que suponemos es que, como en el poema “El amenazado” de Jorge Luis Borges, a Paulo Cavaleri lo acechaban al escribir este relato, tal vez, la sombra militar de sus muertos, y el genuino anhelo de recuperar del olvido la memoria de un hombre digno, su tío abuelo, Juan Carlos Franco.

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Solana Colombres