TESTIMONIO
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE
PABLO VIERCI
(Sudamericana - Buenos Aires)
“Dios los perdone”, tituló un diario sensacionalista chileno tres días después del rescate. El estigma del canibalismo era el primer gran obstáculo impuesto por la civilización que había dado por muertos a quienes habían logrado forjar una comunidad a 4.000 metros de altura. La sociedad de la nieve reúne los testimonios de todos los sobrevivientes; a través de 16 voces reconstruye la epopeya de los Andes y los 36 años que conformaron el epílogo de esa historia.
¡Viven!, el best seller de Piers Paul Read escrito poco después del rescate, se apoyó en largas horas de grabación con los sobrevivientes. Con los años, los protagonistas constataron que en ese entonces no habían podido procesar lo ocurrido. La sociedad de la nieve pretende ser un relato poliédrico que, desde distintas perspectivas, vaya al fondo de la historia. Más allá de la narración cronológica de los acontecimientos, releva las sensaciones y pensamientos de cada uno. Y lo que hicieron, en los años posteriores, con la experiencia.
Rousseau creía que el hombre en su estado de naturaleza era bueno y que era la sociedad la que lo corrompía. Hobbes, por el contrario, pensaba que la sociedad controlaba los terribles instintos humanos.
Los sobrevivientes de los Andes, forzados a una convivencia en una situación extrema y con escasísimos recursos, nos devolvieron la fe en Rousseau en el mismo siglo que fue marcado por Auschwitz, el Gulag soviético y la codicia del individualismo.
Pero la historia de los muchachos de los Andes no se limita a rescatar nuestra esperanza en el género humano. Va más allá. La tragedia de Sísifo, condenado a un esfuerzo inútil por los dioses, se reciclaba en los Andes cuando un alud o una excursión fallida socavaban el trabajo y el optimismo, y obligaban a empezar de cero, o más atrás todavía. Ese día entendieron que la vida es un avión que se puede caer sucesivamente, que siempre se puede estar peor y que, por lo tanto, hay que aprovechar cada minuto del viaje.
En un libro que se llama, casualmente, El mito de Sísifo, Albert Camus afirma que el suicidio es la pregunta filosófica fundamental porque implica responder si la vida tiene o no sentido. Los sobrevivientes de los Andes respondieron, y siguen respondiendo, que la vida vale la pena. Cualquier pena.
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