La vicepresidenta Cristina Fernández fue aceptada ayer como querellante en la causa en la que se investigan las amenazas y los mensajes violentos difundidos en redes sociales por el espacio conocido como Revolución Federal. La decisión del juez Marcelo Martínez de Giorgi se enmarca en la investigación que se encuentra bajo secreto de sumario y delegada en el fiscal Gerardo Pollicita. El abogado José Ubeira, que representa a la ex presidenta, pidió que se investigue el financiamiento de Revolución Federal y consideró que los aportes a esa entidad realizados por la familia del ex ministro de Finanzas del Gobierno de Cambiemos, Luis Caputo, “no son una casualidad”. “Arrancaron con una transferencia de $ 1,700 millón, y después hay otra de $ 7 millones. Si hay alguna explicación, que la den”, señaló el letrado.
En tanto, se produjeron novedades en cuanto al caso del atentado contra la vida de la ex presidenta. Jaqueline, la ex pareja de Nicolás Carrizo -preso como partícipe secundario del ataque- y madre de su hijo de 4 años, reveló que a principios de agosto, cuando nada hacía prever el atentado, él “me dijo que iba a ‘pegar’ algo grande y se iba a cagar en guita. Que lo esperara unos meses”. Por eso, ya cuando Carrizo había caído preso y el celular estaba incautado, la mujer le mandó este audio el 29 de septiembre: “ahora entiendo lo del negocio grande y sucio en el que te metiste; sos un pelotudo te arruinaste vos solo y manchaste a tus hijos. Espero no volverte a ver más, no te acerques a nosotros. Justo te venis a meter con Cristina”. Carrizo nunca se enteró de ese mensaje.