“Sí, soy culpable de lo que se me está acusando”. Esas fueron las palabras que usó Tamara Yanina Gallardo para reconocer su culpabilidad. La joven, acusada de ser una “viuda negra”, recibió la segunda condena en menos de seis meses por haber cometido dos robos con esta modalidad delictiva. La última sentencia es de un año y cuatro meses que será de cumplimiento efectivo.
La sentenciada fue detenida el 1 de octubre por haber desvalijado a un hombre. Según la acusación, a través de la página “Parejas” de Facebook, se contactó con una víctima mayor de 60 años. Pactó encontrarse con él para ir a la casa del hombre. Ya en la vivienda, comenzaron a tomar fernet. El damnificado declaró que a los pocos minutos se quedó dormido y que cuando se despertó, descubrió que le habían robado varias pertenencias y dinero en efectivo. Por ese hecho, le dictaron la prisión preventiva hace poco más de dos semanas.
Mientras pasaban los días, según confirmaron fuentes judiciales, un defensor oficial había anunciado que solicitaría una audiencia para pedir que se le dicte el arresto domiciliario a Gallardo. Haría este planteo por cuestiones porque la madre de la procesada tenía severos problemas de salud y ella era la única que podía cuidarla. El fiscal Pedro Gallo le respondió que rechazaría ese planteo y al mismo tiempo le adelantó que tenía pruebas para acusarla de otro ilícito.
Se trató de un hecho que ocurrió en agosto. El denunciante, un hombre de más de 70 años con problemas de audición, dijo que con el mismo modus operandi, la acusada lo había despojado de sus bienes en un encuentro que habían mantenido en su casa del sur de la ciudad.
Gallo le propuso ir a una audiencia donde se le formularían los cargos por el segundo hecho y que luego, a través de un juicio abreviado, le dictarían una sentencia por ambos. La propuesta fue aceptada por la acusada.
En el debate, el auxiliar Rodrigo Bilbao, con instrucciones de Gallo, señaló cuáles eran los delitos de los que estaba acusada y fundamentó por qué debía ser condenada.
“En primer lugar hay que tener en cuenta que ya recibió una condena condicional por dos hechos de la mismas características. Después, se debe analizar que mantuvo la misma conducta con el paso del tiempo”, señaló. “Otra cuestión que no es menor es que Gallardo siempre elegía a personas mayores de 60 años para robarles. Aprovechaba de su vulnerabilidad y siempre los drogaba para cometer el ilícito. Esa es una conducta reprochable porque podía haberles generado daños en su salud”, explicó.
La jueza Rosa Carmen López aceptó el acuerdo y Gallardo fue condenada en junio a dos años de prisión condicional por haber cometido dos robos con la misma modalidad. Al haber reincidido, esa pena se transforma en efectiva. Ahora uno de los dos jueces de Ejecución deberá, en una audiencia, unificar ambas penas que la llevarán al penal de mujeres durante más de tres años. Como las partes anunciaron que no impugnarán el fallo, la penada será trasladada a la cárcel de mujeres en los próximos días.
Misterio: no se sabe cuántos delitos cometió
Tanto el fiscal Pedro Gallo, como el auxiliar Rodrigo Bilbao, sostuvieron que existe la sospecha que Tamara Gallardo haya cometido más delitos de estas características y que las víctimas, por pudor, no denunciaron. Por ejemplo, el segundo hecho que se le imputó a la joven fue cometido en agosto y después de casi dos meses, la víctima se atrevió a denunciar el hecho. Gallo pidió a la comunidad que se presente a denunciar los casos para que puedan investigarlo. Se comprometió a respetar la identidad de los denunciantes y brindarle asistencia psicológica si así lo requería.