La postergada recuperación del río Salí

La postergada recuperación del río Salí

19 Octubre 2022

Uno de los mayores déficits de Tucumán es la falta de obras de infraestructura que acompañen los desarrollos urbanos, públicos y privados, el crecimiento demográfico y los avances de la industria y del campo. Esta carencia se agudiza en el Área Metropolitana, con seis municipios, una decena de comunas y varios asentamientos sin jurisdicciones claras, y que concentra al 70% de la población de la provincia.

Entre estas obras adeudadas se encuentran las mejoras y ampliación de la red vial, hoy insuficiente y colapsada en distintos sectores, la recuperación de la red ferroviaria urbana, interurbana y nacional, la extensión y reparación del servicio de agua potable y cloacas, el déficit habitacional y la restauración de la cuenca del río Salí y sus márgenes, sobre todo en su recorrido por el Área Metropolitana. Vamos a detenernos en este último punto, ya que se trata de un proyecto urbanístico, hídrico y ambiental estratégico para los tucumanos.

Algunos proyectos e investigaciones datan de la década del 50, como el “Estudio del plan regulador del municipio de San Miguel de Tucumán 1956-1986”, elaborado por el municipio de la capital, a cargo del arquitecto Cino Calcaprima. A partir de allí se fueron sucediendo numerosos estudios y publicaciones que planteaban la necesidad de devolverle a la ciudad su mirada al principal río de la provincia, donde desemboca el 80% de los ríos del territorio. Se hablaba sobre la urgente necesidad de organizar el desarrollo urbano en sus márgenes, la mayoría asentamientos precarios, desordenados y riesgosos, y carentes de servicios básicos y accesos de circulación en condiciones.

En 2013, un estudio de la Universidad Nacional del Nordeste, titulado “El paisaje como infraestructura: el río Salí en el sistema metropolitano de Tucumán (Simet)”, advertía lo siguiente: “El río Salí quedó inmerso en medio de una construcción de suelo urbano difusa y dispersa, sin lineamientos claros de actuación. Esta situación produjo graves condiciones de deterioro en su curso, por vertidos contaminantes en su cauce (de origen industrial y líquidos cloacales sin tratamiento) y disposición de residuos sólidos urbanos. Además, se suman la presencia de asentamientos irregulares en sus bordes con grandes déficits de infraestructura básica (cloacas, gas, agua potable) y la intensiva extracción de áridos”.

El último proyecto de envergadura fue realizado por la Universidad Nacional de La Plata, en 2014, y tomó forma poco después bajo el nombre “Plan Estratégico para Tucumán - SMT 2016, para la recuperación y desarrollo de la costanera del Río Salí”. Se trata de un proyecto que incluye un parque de 18 km de extensión a lo largo del margen oeste del río, sobre la ciudad de Tucumán. Otro Masterplan complementario, concluido y presupuestado, que iba a financiarse con fondos nacionales, provinciales y municipales, hacía lo propio con el margen este, que incluye a Banda del Río Salí, Las Talitas y Alderetes.

Estos proyectos, como sus anteriores, proponían la parquización de los márgenes, mediante forestación, el ordenamiento territorial, la recuperación del cauce, el saneamiento de las aguas y el desarrollo recreativo, comercial, gastronómico y deportivo. Siguen pasando los años y no vemos que este importantísimo proyecto social, ambiental y urbano figure en la agenda de los gobiernos. Aquí aparece otro problema citado en casi todos los estudios, el conflicto jurisdiccional entre Nación, Provincia y municipios en la responsabilidad del río y su entorno. Consideramos urgente y primordial una mesa de diálogo entre las distintas administraciones para dar curso a un plan que podría desarrollar el Área Metropolitana como pocas veces antes se vivió.

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