En Tucumán no hace más de un puñado de años, que reírse de sí mismo, empatizando con el espectador, se transformó en un show a salas llenas. Luz directa que apunta al centro del escenario, donde el micrófono descansa en su soporte, fondo de raso rojo, banqueta alta de madera que casi nunca es usada. Con botellita de agua a la mano y el micro en la otra, los shows de stand up empezaron a copar, primero bares y espacios culturales alternativos, hasta llegar a hoy cuando, luego de un largo camino recorrido, los podemos disfrutar en salas y teatros.
“Volví a Tucumán en 2015 con la premisa de desarrollar el stand up; en ese momento junta a Ana Hynes y Martín Delgado nos encontramos con las mismas perspectivas y experimentando con estas formas nuevas de hacer humor”, relata Juliana González, actriz, profesora de teatro y comediante. Recuerda que el stand up nació en los ambientes nocturnos de los Estados Unidos a finales de la Segunda Guerra mundial, y durante muchos años ocupó los espacios, independientes y profundos de la comedia.
“Hago stand up desde 2019, mi psicóloga me decía: ‘Sofía, deberías dedicarte a hacer monólogos’. Y seguí su consejo al pie de la letra. Es terapéutico a full, me permite mostrarme, totalmente transparente, desde el humor; soy yo misma en diferentes situaciones de mi vida. El monólogo es totalmente personal; si no es tuyo, si no estás siendo vos y no lo estás disfrutando, eso se nota”, afirma Sofía Ale, de 27 años, licenciada en Ciencias Políticas
Los humoristas utilizan el humor como técnica de sanación propia, generando un mecanismo de defensa. Y ese mismo humor es el que termina satirizando las cosas que están mal en el mundo. “Es difícil saber cómo se define lo que hago, pero lo que sí siento y sé que causa mucha impresión positiva es lo auténtico y novedoso de mi número, en relación a como trato mi condición física. Soy discapacitado, mi monólogo se trata básicamente de mi condición en el mundo, puedo manejar un sentido del humor diferente, que juega a la vez con la sorpresa de la gente que lo escucha”, comenta Leo Forjas, de 29 años, periodista
“Los monólogos son creación propia se escriben a partir de diferentes técnicas de escritura. Nosotros venimos realizando un proceso que consiste en cuatro etapas, la primera de improvisación en la que volcamos varias posibilidades en el papel sin prejuicio. Luego viene la etapa de montaje, durante la que revisamos el material y le damos una estructura. En la tercera, pulimos, en una especie de laboratorio de humor. Todos nos escuchamos, aportamos y damos devoluciones, lo último es probar el material y fijarnos si funciona o no. Para esto lo único que podemos hacer es tirarnos a la pileta, probarlo ante el público y estar atentos a cómo funciona”, afirman los integrantes del grupo Standark, que surgió a partir de un taller dictado en 2021.
Luego de aprender técnicas y recursos sobre cómo crear y escribir un monólogo de humor, decidieron continuar poniendo en práctica lo aprendido.
Agregan: “Es un viaje de id; es un trabajo muy íntimo, exponemos una opinión subjetiva. Se trata de liberarse de los prejuicios y bloqueos para poder interpelar de una manera empática. Tucumán es una meca de oro; hay cientos de humoristas en cada reunión, en cada barrio, en las redes”.
“El humor debe ser transgresión, no agresión. El tucumano tiene una forma particular en la tonada, y eso es un plus, tanto público como intérpretes nos reconciliamos con la tonada tucumana. Eso es algo que se podrá apreciar en el primer unipersonal femenino #Intensa, que se presentará este viernes a las 21:30, en el teatro municipal Rosita Ávila, de calle Las Piedras al 1.500, luego de años de preparación”, comparte la actriz “Juli” González.
Los jóvenes dicen que tras la pandemia se abrió la jugada de manera más popular. “La gente pide reír. Quiere reír. Necesita reír. En este último tiempo el flujo de gente en las funciones, muestras y talleres ha sido increíble. Es la respuesta de que Tucumán banca el género. Esto ha sido una ardua tarea, de apostar, arriesgar, generar espacios independientes, militantes del humor, de la comedia. Ahora se ven los resultados”, cierran entre carcajadas y remates que dan pie a otra ronda, pero estas de chistes, vivencias y reflexiones.