Yoga facial: ejercicios para tonificar el rostro

Yoga facial: ejercicios para tonificar el rostro

Las secuencias de movimientos prometen revitalizar nuestro rostro y disminuir las arrugas. ¿La técnica en verdad funciona o es un mito?

SOBRE LOS EJERCICIOS. Son aptos para hombres y para mujeres, los profesionales recomiendan iniciar estas rutinas a partir de los 24 años. cocula.gob.mx SOBRE LOS EJERCICIOS. Son aptos para hombres y para mujeres, los profesionales recomiendan iniciar estas rutinas a partir de los 24 años. cocula.gob.mx

El tira y afloje entre las personas y el paso del tiempo no es nada nuevo. Sin embargo, siempre resulta interesante ver como hay tendencias de cuidado estético que se popularizan o consumen “como pan caliente”.

En estos últimos años, una de ellas es el yoga facial. A partir de una serie de ejercicios específicos, esta técnica promete ayudarnos a mejorar el estado general de nuestro rostro, aumentar su firmeza y disminuir la propensión a las arrugas.

“En la cara poseemos más de 30 músculos pequeños que, a diario, movemos involuntariamente cada vez que hacemos algún gesto o hablamos. La mayor parte del tiempo, solemos preocuparnos por la piel de esta zona, pero casi nunca por ellos”, comenta la cosmetóloga Jorgelina García.

Entre ellos, hay algunos que pueden trabajarse igual que con el resto del cuerpo. “A través de movimientos muy controlados y constancia en el tiempo, esa musculatura es capaz de adquirir una mayor tonificación y resistencia. El yoga facial no se trata de darnos sólo un masaje o tocarnos de una manera azarosa la boca, la frente o los pómulos. La disciplina posee técnicas específicas y con diferentes niveles de intensidad según el área”, detalla.

ACCESORIOS. Se usan también los rodillos de jade y las piedras gua sha. ACCESORIOS. Se usan también los rodillos de jade y las piedras gua sha.

Por ejemplo, hay secuencias que implican utilizar nuestros dedos como si fueran pinzas y apretar los labios, movilizar la lengua de un lado a otro o hacer expresiones de asombro. También se suele pronunciar letras del abecedario o presionar con las palmas las cavidades de los ojos.

Procedimiento

Las secuencias de ejercicios duran de 30 a 45 minutos y debemos hacerlas a diario. Según los expertos en esta disciplina, a partir de los cinco meses es posible notar pequeños cambios en la luminosidad de nuestro semblante. Con la práctica constante, un año después las pruebas de su efectividad se volverán el doble de evidentes.

Las secuencias de movimientos abarcan toda la cara (desde el cuello hasta la frente) y hay que emplear aceites esenciales diluidos o cremas hidratantes para no lastimarnos debido a los roces y la fricción.

“Por esta razón, la disciplina es poco recomendada para la gente con piel sensible o acnéica. También se sugiere evitarla si nos pusimos toxina botulínica (botox) o perdimos la sensibilidad como producto de alguna enfermedad o accidente”, detalla la esteticista Alicia Quinteros.

En Instagram, TikTok y YouTube existen cuentas especializadas que ofrecen videos prácticos y el paso a paso de algunas series. “Muchas de ellas le sirven a cualquiera que desee intentarlo, pero en el ámbito profesional existen entrenadores de yoga facial que elaboran rutinas personalizadas. Incluso en Europa y Asia hay figuras que se volvieron referentes del tema y métodos patentados”, acota.

Más prontos en distancia (y realidades) también operan en Buenos Aires y Córdoba centros de estética que lo ofrecen como servicio.

“Por ahora, en Tucumán lo único parecido que existe es acudir a un spa y pedir algún paquete con masajes faciales y acupresión o digitopuntura del rostro. No obstante, la idea central del yoga facial es poder practicar los movimientos en casa y con perseverancia”, explica Quinteros.

MOVIMIENTOS. Siempre son hacia arriba y con una presión moderada. MOVIMIENTOS. Siempre son hacia arriba y con una presión moderada.

Comprobación

El yoga facial es bastante popular en Estados Unidos, India, China y Japón. Aunque con diversos nombres y variaciones, en estos últimos tres países la práctica se relaciona con tradiciones milenarias referidas al cuidado corporal.

Sin desmerecer el aspecto sociocultural ¿en verdad funciona? Pese a la fama que alcanzó la práctica en las redes sociales, dentro del ámbito científico no existen demasiadas investigaciones que avalen la práctica.

“Lo que sí resulta comprobable es como la presión manual sobre ciertas áreas de la musculatura (facial o en general) permite motivar la circulación sanguínea y estimular el sistema linfático. A la larga, ese hecho es el que otorga la sensación de una mejor oxigenación y tensión”, resalta García.

Al margen, cualquier procedimiento a favor de la juventud requiere de una lista de hábitos saludables complementarios. Entre ellos, una dieta balanceada que le permita a nuestra piel regenerarse y el constante uso de protector solar para evitar el fotoenvejecimiento.

“La denominación de yoga facial suena bastante rara y presta a confusión. El término pasa en parte porque la propuesta apunta a la propia observación corporal y a que tomemos conciencia de nuestra gestualidad”, indica la esteticista.

Además, las rutinas se complementan con la respiración. “La disciplina no deja de ser una alternativa para focalizar la mente en el presente y prestarle atención a las señales de nuestro organismo. Ese desafío ya implica un verdadero avance”, reflexiona Quinteros.

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