El 14 de mayo confirmó la fórmula del PJ y aguó la de JxC

El gobernador Osvaldo Jaldo firmará entre el lunes y el martes el decreto de convocatoria para las elecciones provinciales del 14 de mayo. La Junta Electoral Provincial (JEP) estará así en condiciones de oficializar el cronograma. En una semana de definiciones, el adelanto de la fecha -estaban previstas para principios de junio- precipitó los planes de toda la dirigencia del oficialismo, que ya estaba esperando cerca de la línea de largada. Si bien gran parte de ellos lo intuía, la confirmación de la fórmula comenzó como un runrún que provenía desde quienes frecuentan los despachos tucumanos en Buenos Aires y cayó entre miércoles y jueves vía Whatsapp. En los grupos de intendentes, concejales y de coordinadores del Ministerio del Interior, por ejemplo, llegó la bajada de línea sobre cómo serán las pintadas y carteles desde ahora: Jaldo-Manzur/Manzur Conducción.

La mayor parte de los futuros candidatos venían viendo las señales inequívocas tanto de Jaldo como del Jefe de Gabinete, Juan Manzur, y estaban expectantes. Las decisiones se tomaron y fueron comunicadas indirectamente. Los jaldistas respiraron y celebraron; los manzuristas más medidos confirmaron sus sospechas y se pusieron a disposición y los díscolos, renegaron pero sin demasiado margen para rebelarse.

El contexto nacional fue clave para apurar las decisiones, interpretan en el justicialismo. En el peronismo nacional no se avizora un postulante definido para la Rosada y Juntos por el Cambio (JxC) tiene varios en carrera; no se sabe qué pasará con las Primarias y el Presidente no sabe qué hacer con ellas; hay varias provincias que están desdoblando y cambiando reglas; la situación económica y social siguen complicadas. Y la cercanía con el Mundial de Fútbol también pesó.  

Manzur parece haber caído en la cuenta de que no tenía otro candidato mejor que Jaldo ni margen para un conflicto interno y Jaldo, de que no podía llegar a la gobernación sin Manzur. Además, en el manzurismo advierten que el Jefe de Gabinete está entusiasmado y optimista sobre sus chances de integrar una fórmula nacional. Por lo tanto, es clave llevar en el bolsillo un triunfo en la provincia lo más temprano posible. Además, la nueva fecha le da más tiempo a la dirigencia tucumana para trabajar bien en ambas campañas.

Las cabezas del proyecto dieron las últimas puntadas de las cuestiones básicas electorales durante las últimas reuniones que mantuvieron a solas en Buenos Aires la semana pasada. Pero no habían sido las primeras: cada viaje del mandatario provincial implicaba algún encuentro para tratar asuntos peliagudos. Si bien ambos son sumamente reservados sobre la agenda común de sus acuerdos, trascendieron algunos detalles alrededor de sus despachos: abarcaron desde las leyendas de las pintadas hasta cómo aplacar aquellos referentes eventualmente “retobados”. Se habría conversado sobre cómo se repartirán en los actos desde ahora: lo ideal será que vayan ambos, pero se repartirán eventualmente para encabezar encuentros en sus territorios más afines. Sobre todo, porque Jaldo está en Tucumán y Manzur vendrá algunos días más durante la semana. Pese a las versiones nacionales, en el entorno de Manzur hasta ayer sostenían que no volvería a la gobernación y a encabezar el proselitismo hasta principios del año que viene. Pero, como se ha visto en el último año, el escenario puede cambiar rápidamente.

La temática transversal de las charlas  es y será en estos meses la unidad, en otras palabras, mantener relativamente ordenada la tropa. De acuerdo explican representantes encumbrados del justicialismo, el hecho de que la fórmula esté definida es un potente ordenador en un partido verticalista. Tanto Manzur como Jaldo están conscientes de que será una contienda muy competitiva y conflictiva, pero todos los postulantes tienen la convicción de que la prioridad absoluta es sumar votos para la fórmula y retener el poder. En el Ejecutivo creen que todos trabajarán electoralmente a pleno porque se ponen en juego todos los cargos y, desde luego, los que ocupan puestos quieren permanecer y los que no, lograr alguno.

La dupla encabezará mañana el acto por el Día de la Lealtad. De los planes rimbombantes con la presencia de referentes nacionales, se pasó a un mitin en la sede del PJ local. De todas maneras, tendrá un componente simbólico fuerte: sólo hablará la fórmula y convocará a la unidad. Los presidente y vice del partido preparan sus palabras y se espera que se refieran a la efeméride y a que en 2023 el Gobierno “tiene que seguir siendo peronista”.

Pese a las especulaciones, no habrá anuncio oficial de la fórmula aún. Según quienes están cerca de los protagonistas, esperarían hasta el final. Anunciar un armado tan temprano y en un escenario de incertidumbre para la oposición no tiene demasiado sentido.

Mientras, el PJ enciende motores y ya se convocó informalmente al Consejo para el viernes. Esperan -porque así se pidió- la presencia de todos los consejeros. Probablemente se respalde el llamado a elecciones y comience el análisis del cronograma, según fuentes de ese órgano.

En dificultades

La fecha de los comicios también trajo novedades para JxC. La propuesta de Germán Alfaro (PJS) a Roberto Sánchez (UCR) de ir a internas cerradas para definir las candidaturas cayó como una bomba en el espacio opositor y, sobre todo, en el radicalismo. El PJS avanza con una campaña de afiliación y puso a disposición a su apoderado para avanzar en los detalles.

Mediadores de ambas líneas mayoritarias estaban organizando reuniones de acercamiento cuando conocieron la novedad.

Fuentes cercanas a la intendencia aseguran que no se trató de una chicana sino más bien de una manifestación del hartazgo de Alfaro. Habría tomado como acciones hostiles el hecho de que radicales manifestaran que la gobernación era “innegociable”; el anuncio de un postulante a la intendencia de capital (José María Canelada) y los afiches de Sánchez con Silvia Elías.

El tándem Sánchez-Campero y sus aliados intendentes más el espacio de Elías con Canelada saldrán a reclamar que las internas se hagan, pero que sean abiertas. Es poco probable que se pongan de acuerdo en este aspecto.

En el sanchismo consideran que la jugada de Alfaro busca romper JxC. “Quiere aparatear la interna y dejarnos afuera de todo”, acusaron

En CREO, el tercer espacio que tiene postulante a gobernador, celebraron el acercamiento y la posibilidad de una interna, sea cual fuere la modalidad. El partido que lidera Sebastián Murga venía proponiendo esta alternativa para resolver las candidaturas. Advierten que necesitan, sin embargo, reglas claras sobre los términos para ese proceso. Añaden en esa facción que esperan poder sumar a Fuerza Republicana (FR). Si no hay un acuerdo, arriesgan, están dispuestos a salir por fuera de JxC. Los próximos días serán clave para ver cómo evolucionan las tratativas y el diálogo.  

Lo curioso es que en las líneas mayoritarias sí coinciden en algunos puntos: que retomar las charlas es bueno, pero no creen que el otro tenga intenciones de dialogar ni acordar. Lo sucedido ratifica algo que se viene hablando puertas adentro en ambas veredas: pese a que había habido algunos indicios de cercanía, es casi imposible que Sánchez y Alfaro lleguen ahora a un acuerdo y que alguno de los dos acepte ir como vicegobernador del otro.  

La nueva fecha electoral, dispuesta por el PJ, encuentra al oficialismo y a la oposición en momentos muy distintos. El justicialismo se aseguró un panorama un poco más ordenado y con más certezas, mientras JxC parece más disperso y revuelto.