15 Octubre 2022
DETALLE. Ricci alabó la inversión del productor en herbicidas preemergentes.
Resulta importante destacar que pese a los numerosos inconvenientes por los que atravesó el cultivo del trigo en la provincia -en especial, los relacionados a la falta de agua en los suelos- la trilla ya empezó. Se está dando de manera todavía esporádica en el norte de la provincia, y con resultados que muestran ese déficit hídrico al que estuvo expuesto el trigo”, contó el asesor técnico Oscar Ricci, que cuenta con una experiencia de 49 campañas agrícolas.
Precisó que en el sur a los trigos aún les falta un poco, pero que igualmente la falta de agua sigue siendo la principal característica. “Como fue un año desde el comienzo riesgoso, algunos lotes se comenzaron a sembrar durante la última semana de abril o los primeros días de mayo. De esa forma se buscaba ganar algo de tamaño y de estructura de la planta”, dijo.
Señaló que estos trigos son los mejores que se pueden encontrar. Se trata de cultivares de ciclo intermedio largo y otros de intermedio corto, sembrados a 52 centímetros, con menos semilla por hectárea, y trabajando de manera defensiva, debido a que se tenía perfiles muy riesgosos, por lo que se buscó tener cobertura y que cumpla la función de servicio.
“Todo venía muy lento, sin desarrollo debido a la falta de agua; y en aquellas siembras tempranas que tuvieron más frío se favoreció el macollaje si tenía algo más de agua. También venía muy dudoso hasta que cayó algo de agua a fines del mes pasado, entre 20 mm y 50 mm. Si bien las plantas ya tenían su estructura hecha, estas lluvias mejoraron el tamaño del grano y el número de granos por espiga, lo que podría mejorar un poco los rendimientos esperados”, anheló.
En el caso de los trigos que estaban ya con espigas quietas, dijo que estas lluvias hicieron que se produzcan trigos overos, y que atrasen un poco más la trilla como desfavorable.
Respecto de las heladas, opinó que poco daño hicieron, viéndose solo algunas espigas blancas.
“Este año el trigo fue un cultivo de bajo insumo, baja semilla y fertilización, ya que solo algunos aplicaron algo de nutrientes en la siembra. Pero es muy baja la aplicación de nitrógeno a raíz de que las condiciones hídricas fueron muy bajas, y no tenía sentido aplicar este fertilizante después de macollaje”, afirmó. Indicó que, por el contrario, sí se dio un gasto en herbicidas preemergentes. “Debido a ello, hoy se pueden ver, en su mayoría, trigos libres de malezas, por lo que se trabajó muy bien en ese rubro”, dijo.
En los aspectos sanitarios contó que se vio un poco de mancha amarilla y de septoria; poca roya amarilla y sí roya negra y del tallo. Pero dijo que, en general, las enfermedades no fueron graves.
“En plagas fue un año tranquilo, por lo que solo hay que reportar algunos insectos cortadores. Se vio algo de pulgón de cuello; y, al menos en mi caso, el de espiga fue nulo. Se vio arañuela negra del trigo, algo típico en años secos”, indicó.
La trilla ya comenzó de a poco; sobre todo, en Burruyacú. El sur todavía debe esperar. “Lo que sí, de acuerdo a lo conversado con los diferentes colegas y productores, los rangos de rendimiento que se dieron en los primeros lotes, y lo que se ve en lotes casi ya terminados son muy amplios”, expresó.
Añadió que algunos lotes de trigo directamente quedaron en el camino, como el caso de siembras tardías de fines de mayo, salvo en unos pocos de la zona cañera, que están mejor y seguramente tendrán cosecha. “De lo trillado hasta el momento, hay reportes que van de 500 kilos a 1.500 kilos; y algunos lotes podrían tener algo más. Pero es muy variable, y recién empieza la trilla”, afirmó.
Ricci se mostró prudente, y prefirió no abordar un análisis a partir de los pocos datos con los que se cuenta. “Cabe tener cierta precaución en dar datos, todavía no se ha generalizado la trilla”, explicó.
En lo referente a calidad del trigo, dijo que se están dando de moderados a buenos resultados, con peso electrolítico de 80 a 84 y con gluten por arriba de 24.
Lo cierto que aún es temprano, hay que esperar que la trilla avance, que no llueva ahora para evitar que el trigo se lave. “El productor sabe que si el trigo está aún en el campo no es de uno; pasa a serlo cuando es cosechado. Aparentemente se podrá seguir trillando, si es que no cambia el clima”, indicó.
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