15 Octubre 2022
la gaceta / foto de diego aráoz
Los Carabajal fueron los primeros que cantaron “La Telesita”, “Pampa de los guanacos”, “La rubia morena”, “Entre a mi pago sin golpear” o “Puente carretero”, entre otros himnos del folclore. Este solo dato, entre tantos otros, da cuenta del lugar que ocupa en la música popular argentina el legendario grupo santiagueño, que viene a celebrar sus 55 años hoy a las 21 en el teatro Mercedes Sosa (San Martín 479). Los socios de Club LA GACETA podrán disfrutar de la promoción especial de 2x1 en entradas.
Dos Carabajal, Mario Musha y Walter, con Blas Sansierra, llegaron a LA GACETA en representación de Carlos Kali Carabajal. Los acompañaron Matías Maldonado, el bandoneonista, y Martín Cáceres, a cargo del diseño de imágenes, pantallas, drones y videoclips.
“En el corazón han quedado instaladas las canciones, que sostienen la historia, y el estilo. Los colegas, al hacer versiones, han ayudado a que se difunda el repertorio Carabajal. Hay que tener en cuenta que entramos al final de la década del 60, la del boom; a destiempo, pero entramos. A partir de entonces había que hacer todo un trabajo para que el grupo se conociera, entre otros muy reconocidos”, recuerda Musha.
Y uno de esos grupos fue Los Tucu Tucu, a quienes Los Carabajal siempre agradecen las manos que les dieron en aquellos comienzos, por lo cual la corriente de afecto Carabajal-Tucumán está siempre presente.
Musha resalta que la convicción y la confianza “en nosotros obraron, y empezamos a instalarnos en el gusto de la gente a través de nuestras canciones. Ha sido un trabajo valioso, que hemos llevado adelante atravesando etapas buenas y otras no tanto”.
“En definitiva, estamos transitando este camino con las nuevas generaciones, incorporando su calidad de músicos y su visión. Kali y yo somos los más antiguos, pero están ellos, que tienen otra impronta y conviven, por ejemplo, con las redes sociales. Así se logra una propuesta equilibrada entre la experiencia y la juventud. Es fundamental contar con ellos”, asegura el referente.
Sansierra, primera voz, cuenta: “estoy en el grupo hace 12 años; soy un pequeño grano de arena en semejante historia. Con mucha felicidad de ser parte, pero conlleva una emoción y gran responsabilidad. Soy bandeño, y aseguro que el sonido Carabajal es el nuestro. Nuestro rasguido es el que ha inventado Agustín Carabajal, el que marca nuestro color de chacarera”.
“Hace 29 años que integro el grupo -avisa Walter-. Uno se ha criado escuchándolos a ellos, a los mayores, y el canto se ha transformado en una forma de ser. Es haberse criado en un ambiente muy cálido desde la niñez”.
“En mi casa siempre se escuchó folclore. Mi papá es amigo de Musha y de Kali de años; tiene el grupo La Clave Santiagueña, y tocaba con la Chacarerata. Soy nacido en Buenos Aires, estudié bandoneón en el Conservatorio de Avellaneda, pero no me fui para el tango; mis raíces ya estaban fuertemente marcadas hacia el folclore”, explica Maldonado.
Cáceres aporta las imágenes, pero aclara, entre risas, que además es plomo, animador, gurú y astrólogo del grupo.
Musha anticipa que esta noche van a hacer un recorrido en canciones por los 55 años. Van a atravesar letras y músicas nuevas y las de siempre, “con identidad, familia, costumbres, tradiciones, paisajes propios. Se abrió la posibilidad de trabajar con la música, y esto nos devuelve a la vida porque nuestro hábitat es el escenario”.
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