El temor de que en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania se dé un desastre nuclear generó que se agoten las tabletas de yodo en Finlandia.
Las autoridades de ese país habían aconsejado a la población que se almacenen estas tabletas en hogares donde vivan personas entre cuatro y 40 años y embarazadas.
El Ministerio de Asuntos Sociales y Salud publicó nuevas directrices en las que revisa las emitidas hace ya 20 años, y pocas horas después, la Asociación Finlandesa de Farmacéuticos comunicó que las tabletas se terminaron temporalmente en todas las farmacias del país, aunque matizó que volverán a estar disponibles en un futuro próximo.
El consejo principal de las autoridades sigue siendo refugiarse en espacios interiores. "Es la manera más efectiva de reducir la exposición a la radiación", señalaron.
Las autoridades precisan que la ingesta de pastillas de yodo sería una precaución secundaria y complementaria, de acuerdo al texto difundido por el Ministerio.
Los protocolos no aluden a ninguna amenaza específica, y el director de la agencia que regula la seguridad nuclear, Petteri Tiippana, subrayó que no hay ningún riesgo inminente derivado de las centrales nucleares finlandesas ni de los países vecinos, en alusión también a Ucrania.
El debate en Europa sobre potenciales actuaciones en caso de accidente atómico se disparó a raíz de los ataques en las inmediaciones de las centrales nucleares de Ucrania, especialmente la de Zaporiyia, la más grande del continente, tomada desde principios de marzo por las fuerzas rusas.
El yoduro de potasio es una sal de yodo que previene la absorción de yodo radiactivo a través de la tiroides, que puede causar cáncer o lesiones en esta glándula cuando el cuerpo está expuesto a la radiación nuclear.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de tabletas de yodo en caso de accidente nuclear a las personas de hasta 40 años y a las personas embarazadas, en este caso para proteger al feto.