“Tener la oportunidad de ver a mujeres en posición de liderazgo -tanto en la vida real como en la pantalla- es muy importante porque no hay muchas líderes que sirvan de ejemplo a seguir”, dice Marie Wilson, presidenta fundadora de The White House Project en el documental “Miss representation” (2011) El documental estadounidense escrito, dirigido y producido por Jennifer Siebel Newsom explora cómo los principales medios de comunicación contribuyen a la subrepresentación de las mujeres en posiciones influyentes al hacer circular representaciones limitadas, estereotipadas y, a menudo, despectivas de las mujeres. Otro dato que brindan: hasta ese momento el 16% de las protagonistas en las películas de Hollywood eran mujeres.
Algunos cambios en los últimos años se observan en las producciones internacionales. Disney fue una de las productoras pioneras en dar un paso adelante con sus “nuevas” princesas. A partir de “La Princesa y el Sapo” (2009) -una joven afroamericana que solo desea abrir su propio restaurante-, “Rapunzel” (2010) -la joven encerrada en la torre que quiere conocer sus orígenes-, pasando por “Valiente” (2012), “Frozen” (2013) y “Moana” (2016), hubo un cambio en estos estereotipos de heroínas. Las características básicas de estos personajes son que no están esperando a un hombre “salvador” y la historia no finaliza con un beso y casamiento como sucedía con “Blancanieves” (1937), “Cenicienta” (1950) o “La Bella y la Bestia” (1992).
“Me dicen muy seguido: ‘¡Pero las cosas están cambiando!’ y la verdad es que no es tan así. Están las películas en donde el varón es protagonista y luego están las películas ‘de mujeres o para mujeres’ en donde la historia siempre gira alrededor de un hombre: la protagonista siempre busca enamorarse, casarse y tener hijos”, reflexiona la actriz Geena Davis (“Thelma y Louise”, 1991) quien se volvió militante y asesora de guiones para lograr mayor inclusión. “Existe un diálogo en Star Trek que nunca lo interpretaría una mujer: ‘Tu destino es este: ser poderoso’. Esta oración nunca se la darían a una mujer en una película. Lo peor es que no cuestionamos esto, lo naturalizamos”, explica la actriz en el documental de 2011. “Hollywood se mueve con seguridad pensando que las mujeres verán historias sobre hombres pero los hombres no lo harán si es sobre mujeres. Todas las decisiones se basan en ese hecho concreto y nunca nadie probó que esto sea real. Creo que es increíble que a la mitad de la población no le interese la otra mitad”, dice Davis.
“La cosificación sexual de las mujeres en la pantalla conduce a una trivialización y desempoderamiento de las mujeres en el proceso cultural y político. Esto pasa directamente a una secuencia de créditos donde imágenes de Paris Hilton, Britney Spears y Barbie se intercalan con imágenes de mujeres importantes en la historia como Eleanor Roosevelt, Rosa Parks, Hillary Clinton, Nancy Pelosi y más”, explicó la periodista Katie Walsh en indiewire.com cuando se dio a conocer el documental.
La industria publicitaria, la televisión y el cine fueron durante décadas los encargados de gobernar el contenido de los programas de televisión como vehículos para los anuncios, que necesitan crear diferentes emociones en las personas para que compren los productos. “Miss Representation” busca alfabetizar sobre los medios, sus intenciones y mensajes en nuestra cultura, especialmente ahora, cuando estamos constantemente bombardeados con pantallas, imágenes y publicidad dondequiera que vayamos.
“Comprender que los medios son una construcción (a veces un espejo de la sociedad y a veces lo que los que están en el poder quieren que veamos), motivado por los esfuerzos económicos de los grandes conglomerados de medios, es un concepto que debe enseñarse en las escuelas junto con la lectura, la escritura y la aritmética. Da miedo, pero es necesario en nuestro valiente nuevo mundo, que necesita soldados para seguir peleando la buena batalla contra el consumo pasivo de los medios. ‘Miss Representation’ nos ofrece un punto de entrada a este estofado burbujeante de un problema, pero en realidad cualquier grupo minoritario podría retomar este argumento con sus propias representaciones en la pantalla, y ya es hora de que todos echemos un vistazo más de cerca”, analizaba la periodista en 2011.
“Entre 1937 y 2005 solo ha habido 13 protagonistas femeninas en películas de animación; todas -excepto una- tenían como objetivo encontrar al amor. En cuanto a las películas donde hay mujeres líderes, vemos a la jefa víbora que ha sacrificado la familia y el amor para llegar a donde está”, describen en el documental. “En los años 20, 30, 40 se permitió a las mujeres personificar las contradicciones del ser humano. Ahora nos gusta encasillar a las mujeres, no las describimos como seres humanos y las transformamos en dibujos animados, en caricaturas”, explicó Paul Haggins, guionista y productor en el documental.
Del documental a la realidad
El “Proyecto Rep” nació del documental y utiliza los medios para desafiar las normas y los estereotipos de género nocivos buscando crear un mundo más equitativo donde todos los humanos puedan alcanzar su máximo potencial. La directora del mismo lanzó el proyecto luego del film sumando su granito de arena a una conversación nacional –e internacional- sobre el sexismo en los medios. “En 2012, nuestra campaña #NotBuyingIt –“no lo compraré”- llevó a los anunciantes a limpiar los anuncios sexistas del Super Bowl. En 2015, nuestra campaña #AskHerMore –“preguntale algo más”- cambió las entrevistas en la alfombra roja para enfocarse en los proyectos de mujeres celebridades en lugar de solo su apariencia. En 2021, nuestra campaña #RespectHerGame –“respeta su juego”- denunció la cobertura olímpica por su cobertura sexista. Responsabilizamos a los creadores de contenido aprovechando el poder colectivo del activismo social”, explican en la web del proyecto y agregan: “En 2017, lanzamos nuestro programa de jóvenes cineastas para capacitar a la próxima generación de narradores en igualdad de género. En 2018, establecimos un equipo profesional de investigación de medios para publicar el Informe anual sobre el estado de los medios y otros estudios oportunos e importantes”.
“Los estereotipos de género rígidos que se representan en los medios son una crisis de salud pública. Para las niñas, los estereotipos de género son la causa principal del odio y la vergüenza corporal, los trastornos alimentarios, la depresión, la baja autoestima y la baja ambición de liderazgo. Para los niños, las expectativas del rol de género son el principal impulsor de la depresión, las actividades de riesgo, el abuso de sustancias, el suicidio y la violencia”, indican en therepproject.org.