Los neumáticos están del otro lado de la frontera

En Aguas Blancas, uno de los 60 municipios que compone la provincia de Salta, las cubiertas no solo están en las ruedas de los autos, sino en los hombros y espaldas de mujeres y hombres que ofician de pasadores en la frontera norte de Argentina. La crisis que experimentó el sector del neumático a partir del paro de trabajadores y el cese de actividades provocó una fuerte escasez de productos en el mercado interno, elevó considerablemente los costos de mercado y promovió la venta de este insumo en uno de los pasos internacionales más permeables del país.

A raíz de este contexto, Aguas Blancas y Orán, su localidad vecina, se han convertido en dos grandes gomerías a cielo abierto. Los ciudadanos argentinos que cruzan el Río Bermejo en chalanas para buscar cubiertas en el vecino país luego acuden a las gomerías de estas dos ciudades norteñas para incorporar a sus vehículos los nuevos artículos.

“Bienvenidos al puerto oficial de chalanas”, anuncia una voz al arribar a la ciudad fronteriza de Bermejo (Bolivia) y esa misma voz presenta a la localidad centenaria como “el triángulo del ensueño”. Y sin lugar a dudas, desde hace semanas, esa ciudad se ha convertido en una especie de paraíso para quienes viajan a buscar estos derivados del caucho. La avenida Barranquera puede considerarse la envidia de Argentina porque las cubiertas que aquí faltan o sufrieron una fuerte suba de precios allí abundan y resaltan entre un sinfín de comercios que venden ropa, bicicletas y artículos para el hogar. Dependiendo del rodado, los precios pueden ir desde los $ 9.000 hasta $ 70.000. Y las marcas también juegan un rol clave al momento de definir el costo final. Los artículos más buscados, a partir de sus módicos precios, por la clientela argentina pertenecen a marcas como: Rockblade, Sunwide y Triangle. De acuerdo a los relatos de los propios comerciantes, la demanda de cubiertas se mantuvo con buenos números a lo largo del año, pero en las últimas tres semanas las compras se hicieron incesantes a punto tal que suelen quedarse sin stock los fines de semana.

“Allá (en referencia a la ciudad de Bermejo) a dónde mirés hay cubiertas”, dijo Federico García a LA GACETA después de haber retornado al país con los productos que buscaba. Con un par de cubiertas en sus brazos, el joven tucumano que vive hace dos años en Orán por estar trabajando en el rubro de la construcción, relató que en su caso cruzó la frontera en búsqueda de esos neumáticos para enviárselos a una tía. “Pagué $ 14.000 por cada una, mientras que en Tucumán cuesta $ 32.000 solo una”, relató García y remarcó que el paso más complejo del trayecto iba a ser tener que atravesar el puesto 28 que Gendarmería Nacional tiene instalado sobre la ruta nacional 50.

Los peligros de ir por cubiertas a la frontera

Para quienes pasan cubiertas de contrabando por el norte salteño, los escollos son varios a lo largo del trayecto. Después de hacer las compras en el lado boliviano, el primer objetivo es volver a la Argentina y para eso algunos optan por traerlos ellos mismos, pero otros confían en los pasadores que cobran una determinada tarifa por hacerse cargo de los bártulos. Superada esa instancia, existe la posibilidad de cambiar las cubiertas en alguna de las diversas gomerías con las que cuenta Aguas Blancas, pero también están quienes prefieren cargarlas en vehículos y llevarlas a distintos puntos del país. Para estos viajantes, el control caminero del puesto 28 suele ser uno de los principales escollos porque en caso de ser descubiertos pueden sufrir el decomiso de las compras y quedar en manos de la Justicia Federal por violar el Régimen de Equipaje. Pasar por vía terrestre es otra posibilidad para quienes llegan hasta la frontera, pero esto puede resultar más complejo para quienes viajan en búsqueda de cubiertas porque además de contar con la documentación solicitada por los controles aduaneros de cada país, las autoridades argentinas solicitan también una declaración de los neumáticos con los que se cruza el puente internacional y a la hora del regreso esa información debe coincidir.

La calidad de las cubiertas bajo la lupa

Aunque la mayoría de las marcas que se comercializan en la frontera norte pueden resultar desconocidas para los clientes que llegan desde Argentina, los vendedores insisten en que sus productos son de calidad y confiables para poder transitar. Sin embargo, están quienes opinan lo contrario. Para Álvaro, un comerciante oranense que vende cubiertas en aquella ciudad del norte salteño, lo que sucede en la frontera puede considerarse una “competencia desleal”. Y aunque sostuvo que es entendible la decisión de quienes “cruzan el charco” en búsqueda de cubiertas, remarcó: “A la larga lo barato saldrá caro”.

Atestadas: los viajantes hacen filas en las gomerías

Desde tempranas horas, las gomerías de Aguas Blancas empiezan a recibir trabajo. Con los neumáticos en su poder, los viajantes llegan hasta estos comercios para remplazar las cubiertas de sus vehículos y así poder retornar a sus hogares. La atención es por orden de llegada y los costos de remplazo son de $ 500 por cada neumático de auto, mientras que a las camionetas se les cobra $ 800 por rueda. Aunque los trabajadores del rubro son reservados a la hora de hablar sobre la actividad, reconoce que el incremento de trabajo en las últimas semanas ha sido notable.

Prohibición: ¿qué se puede traer de Bolivia?

Los viajeros tienen permitido comprar en el exterior y traer como parte de su equipaje tecnología, ropa, juguetes y muchos otros productos, aprovechando una franquicia y pagando un impuesto si se exceden. Pero, el régimen de equipaje no admite traer cubiertas. Lo que sí están permitiendo en los pasos fronterizos es que los neumáticos nuevos adquiridos en el exterior entren al país rodando. Las autoridades aduaneras en Aguas Blancas reconocen que el cumplimiento de la norma se vuelve sumamente dificultoso como consecuencia de los pasos ilegales que existen en la zona y facilitan el contrabando.