Ubaldo Matildo Fillol es uno de los máximos responsables de que la selección argentina de fútbol haya ganado dos copas del Mundo. De nada habrían servido los goles del "Matador" Mario Kempes si el "Pato" no hubiese sacado todo en los partidos definitorios de aquel Mundial de 1978.
Y acaso sea el campeón del mundo que más veces vino a Tucumán. En particular, a Trancas, ciudad con la cual Fillol mantiene un nexo místico y sempiterno.
"Él vino una vez, hace algunos años, por trabajo. El intendente, Roberto Moreno, se enteró de una dolencia que tenía, y lo trajo al pozo de San Francisco Solano. Él rezó, se mojó con esta agua milagrosa... Le habían diagnosticado cáncer de páncreas; y a los 15 días se hizo nuevamente los estudios y se había curado. Desde entonces siempre viene a agradecer", contó a LGPlay Javier Vieytes, director de Cultura de la Municipalidad de Trancas.
El funcionario sintetizó la historia del lugar. "La historia cuenta que en 1597, mientras el santo estaba en medio de su campaña de evangelización a los pueblos originarios, se detuvo aquí y notó que no había agua; y estaban pasando mucha sed. Entonces, rezó una oración y clavó su bastón en el suelo, y empezó a emerger agua", dijo Vieytes.
El pozo se encuentra a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Trancas. Se trata de un lugar al que asisten los lugareños en busca de milagros; y aunque atrae a muchísimos turistas, no es un sitio para el comercio.
"A uno se le pone la piel de gallina cuando escucha las historias de los fieles. Mucha gente da testimonio de curación. Me costaba creer, pero ver esto te acongoja y te hace sentir que los milagros existen", añadió el funcionario.