Argentina se abstuvo hoy de votar la continuidad la comisión de las Naciones Unidas (ONU) que investiga las sistemáticas violaciones a los derechos humanos en Venezuela cometidas por el gobierno de Nicolás Maduro.
La medida fue respaldada por 19 países, mientras que 5 votaron en contra y 23 se abstuvieron.
Entre los países latinoamericanos con voto en el Consejo, Brasil y Paraguay se expresaron a favor, mientras que la Argentina, México y Honduras se abstuvieron; y Bolivia, Cuba y Venezuela votaron en contra.
La misión fue creada en septiembre de 2019 por un período de un año para evaluar presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas en Venezuela desde 2014. Ese mandato fue renovado en octubre de 2020 por dos años más, hasta septiembre de 2022.
En el último informe, de los tres que presentó, la misión concluyó que la inteligencia civil y militar de Venezuela comete crímenes de lesa humanidad para reprimir la disidencia política, a través de abusos dictados "desde el más alto nivel".
El texto documentó 122 casos de víctimas que "fueron sometidas a tortura, violencia sexual u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes perpetrados por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), desde 2014 hasta la actualidad".
Además, destacó que los actos de tortura se llevaron a cabo para extraer una supuesta confesión, obtener información, castigar, intimidar, humillar o coaccionar y en algunos casos para robar dinero u otros bienes.
El Gobierno de Venezuela rechazó y calificó de "falsas y sin fundamento" esas acusaciones y argumentó que la misión busca atacar a las instituciones venezolanas, bajo el auspicio de Estados Unidos.
Tras la votación, el líder opositor, Juan Guaidó, celebró que "la comunidad internacional afirma que está del lado de los venezolanos y repudia cada una de las atrocidades cometidas por el régimen de (el presidente Nicolás) Maduro".
"Esta renovación es esperanza y justicia para las víctimas y para todo un país. Nuestro profundo agradecimiento", señaló.
La posición del Gobierno argentino
Por su parte, el embajador argentino en Venezuela, Oscar Laborde, defendió la posición del país y recordó que "desde sus inicios" se "apoyó el trabajo de la Oficina del Alto Comisionado en Venezuela, partir del cual se han logrado importantes avances en la materia". "El trabajo de la Misión Internacional Independiente no responde a investigaciones realizadas en el terreno y en diálogo directo con los actores locales", criticó.
"Además, difiere sustancialmente de los informes sobre el mismo tema de la Oficina del Alto Comisionado, por lo cual difícilmente pueda contribuir en la práctica al mejoramiento de la situación de los derechos humanos", apuntó.