Lo irregular del campeonato de la Primera Nacional, en el que sólo Belgrano marcó claras diferencias; y la falta de equipos con prestancia, buen juego, solidez y firmeza, le permitió a un San Martín discontinuo, incapaz de acelerar a fondo y que cometió muchos errores, llegar a la última fecha con chances matemáticas de terminar como el equipo mejor posicionado de cara al Reducido.
La parada no es nada sencilla, pero está claro que todo puede pasar; más en un torneo en el que la mediocridad fue moneda corriente.
A lo largo de su campaña, los dirigidos por Pablo De Muner tuvieron puesto casi siempre el traje de protagonista. De las 36 fechas que se van disputando, en 21 el “Santo” finalizó como escolta; en nueve terminó en la tercera colocación; en tres culminó cuarto; en una fecha, sexto y en otra séptimo; escalón más bajo que ocupó durante la temporada.
Pero un equipo que nunca logró encadenar tres victorias en fila y que sólo consiguió ganar dos duelos consecutivos en tan solo dos ocasiones (algo que no logró repetir desde 25 fechas) comenzó a bajar su rendimiento colectivo, su juego esbozó carencia de sorpresa, empató demasiado y perdió no sólo el segundo puesto, sino también el tercero.
El lunes jugará la última fecha contra Flandria; aunque Instituto (recibe a Deportivo Madryn) y Gimnasia de Mendoza (visita a Atlanta), a la distancia, serán sus verdaderos rivales. Es cierto que All Boys (visita a Estudiantes de Buenos Aires) está quinto y matemáticamente también puede superarlo. Pero eso es casi imposible. Para que el “Santo” pierda otra posición, debería ser goleado por el “Canario” y el “Albo” también tendría que ganar por amplio margen.
Ayer, los vicepresidentes Carlos Cisneros y Bruno Sogno estuvieron presentes durante el entrenamiento matutino tratando de inyectarle fuerzas a un equipo que parece estar sufriendo un síndrome similar al que lo afectó en la última parte de la pasada temporada.
En aquella instancia, tras una remontada “furiosa” y luego de haber ganado tres partidos en fila que le permitieron llegar a las últimas fechas con chances de ascenso directo, San Martín se “desinfló” en el momento menos esperado. Empató con Quilmes y perdió contra Tigre y Ferro; resultados que lo sentenciaron a seguir en la principal categoría de ascenso por un año más.
Por eso, en La Ciudadela parecen haber tomado nota de esa situación y apuntan a que el equipo saque a un plus en la etapa definitoria del campeonato. Está claro que finalizar más arriba en la tabla otorga beneficios y es seductor; mucho más para un equipo que estuvo en las primeras colocaciones durante casi todo el campeonato y que inexplicablemente se vino abajo cuando debía ratificar sus credenciales. Y a eso deberán apuntar; aunque no debe ser lo único.
Recuperar el mejor nivel y agregarle fuerza y tenacidad también es crucial. Aunque el equipo se haya caído en los últimos partidos, nada está perdido. Eso deben entenderlo puertas adentro y la autocrítica tienen que ser profunda, porque haber perdido sobre el final un puesto que lo tuvo como dueño en gran parte de la campaña es un pecado capital, del que deben redimirse.
Jueces para la definición
Se confirmó que Diego Ceballos será el árbitro del duelo del lunes, desde las 15, contra Flandria. En tanto, Luis Lobo Medina dirigirá Instituto-Deportivo Madryn; mientras que Lucas Comesaña será el juez en Atlanta-Gimnasia (M).
Por otro lado, el plantel sigue adelante con los entrenamientos. Hoy, la práctica será a partir de las 9 en el complejo “Natalio Mirkin”. Allí, De Muner comenzará a darle forma al equipo que recibirá al “Canario”. El DT tendría a disposición a casi todos los jugadores. Una vez finalizado el entrenamiento, habrá atención a la prensa.