Jair Bolsonaro vs. "Lula" da Silva: la suerte de ambos depende de otros candidatos

Jair Bolsonaro vs. "Lula" da Silva: la suerte de ambos depende de otros candidatos

Jair Bolsonaro vs. Lula da Silva: la suerte de ambos depende de otros candidatos
03 Octubre 2022

En Brasil todo es monumental. Se extiende sobre 7.400 km de costa a lo largo del océano Atlántico. Comparte fronteras con casi todos los países de Sudamérica, excepto Chile y Ecuador.

Es un país con unos 217 millones de habitantes y más de 156 millones habilitados a votar. Es la potencia económica de la región, que muestra, como contraste a su riqueza natural y cultural, la pobreza, desigualdad y exclusión de gran parte de su población.

En 2003, Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), se convirtió en el primer presidente de izquierda desde el regreso a la democracia y fue reelegido en 2006.

Con sus programas sociales, 29 millones de brasileños salieron de la pobreza, pero su gobierno fue acusado en una serie de escándalos de corrupción, vinculados con la investigación de “Lava Jato”, que involucró a decenas de líderes políticos de la región.

Ahora, Lula se encamina a enfrentar una segunda vuelta conJair Bolsonaro, tras obtener 47,93% y 43,63%, respectivamente, cuando estaba el 97,45% de las mesas escrutadas.

Ninguno de los candidatos logró el 50% más uno de los votos válidos que se necesitaba para ganar en la primera vuelta.

“Mañana sigue la campaña”, dijo un Lula afónico después de una jornada eterna e infartante. Lo cierto es que el destino del candidato del PT depende mucho de lo que hagan las alianzas electorales que no entraron en la segunda vuelta.

Simone Tebet (PMDB) y Ciro Gomes (PDT), quedaron en el tercer y cuarto puesto, con 4,21% y 3,05%, respectivamente. Si ellos llaman a votar a Lula, el líder sindicalista y ex mandatario puede llegar cómodo a ganar en segunda vuelta.

Además, está por verse qué hará en San Pablo, en un tiempo un bastión del PT, y que en esta elección le dio la espalda.

Las encuestas previas le daban al candidato del Partido de los Trabajadores una diferencia de entre 10 y 15 puntos porcentuales sobre el presidente brasileño, pero Bolsonaro logró recortar la brecha y hay quienes temen que el estrecho margen le dé impulso de cara al balotaje.

La tensión que imperó en la campaña no se expresó en la jornada electora, pero algunos analistas manifestaron que hay temor de que la segunda vuelta pueda aumentar la feroz polarización y la violencia política que se vivió durante la primera parte de la contienda.

En los últimos meses se registraron cuatro muertes, tres militantes del PT, y un seguidor de Bolsonaro. El propio Bolsonaro se encargó de escalar la tensión al cuestionar por meses el sistema de votación electrónica -que Brasil utiliza hace más de 25 años- y sembrar incertidumbre sobre si aceptaría el resultado de las elecciones.

Lula cuenta con el apoyo de los sectores más vulnerables, en un país donde 10 millones de personas cayeron en la pobreza desde la pandemia y 35% de la población vive con menos de 95 dólares al mes. Gran parte de la base electoral de Lula se encuentra en el Nordeste, una de las regiones más pobres del país, donde hay millones de personas con hambre y la inseguridad alimentaria aumentó.

El candidato del PT volvió a la escena política el año pasado cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) anuló las condenas penales en su contra y le devolvió sus derechos políticos. El STF consideró que Sergio Moro, juez del caso Lava Jato y ex ministro de Justicia de Bolsonaro, no tenía jurisdicción para actuar en esas causas y que había sido parcial contra el ex presidente.

El 30 de octubre, Lula se enfrentará con Bolsonaro, que tiene una imagen negativa cercana al 50%, con una retórica autoritaria; discurso machista y desprecio a las minorías; y la presencia de las Fuerzas Armadas durante su gestión y en el gabinete.

El actual mandatario ha cultivado apoyos en sectores de la sociedad brasileña como el interior rural y el agro, que representa el 27% del PBI brasileño y ha recibido beneficios con medidas para impulsar el agronegocio y la inacción de Bolsonaro frente a la deforestación del Amazonas.

Ese apoyo se ve en el Congreso: los legisladores que representan a las regiones agrícolas están entre sus aliados más cercanos.

Otros grupos con peso específico son los camioneros y los evangelistas -que ya son más del 30% de la población y superarán a los católicos en la próxima década.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios