Con motivo del lanzamiento de su nuevo single “Sola”, Oriana Sabatini viene realizando entrevistas de promoción, y en una de ellas, confesó algo que dejó atónito a más de uno: decidió aprender una disciplina para la preparación de cadáveres.
Luego de hablar de sus proyectos personales y profesionales, la cantante y modelo manifestó: “Estudio también. Estoy haciendo un curso muy interesante de tanatopraxia”.
Y explicó: “Es la gente que prepara los cuerpos para los velorios”, aseguró sobre esta actividad. Y, sin dudarlo, señaló que había decidido aprender sobre esta práctica porque le “encanta” todo lo relacionado a la muerte. “Me resulta apasionante estar con un cuerpo sin vida”, señaló, aunque aclaró que todavía no había tenido la oportunidad de intervenir a ningún cadáver.
“Todavía no interactué con un cuerpo sin vida, pero va a pasar. El curso es online porque no puedo estar en España, que es donde se hace. Pero cuando termine toda la teoría debo hacer la práctica”, aseguró. Y detalló: “Está la tanatoestética, que es más que nada la parte del maquillaje. Y después, la tanatopraxia, que es el abrirlos, sacarles los órganos, formol”.
Además, la hija de Osvaldo Sabatini y Catherine Fulop aclaró que si bien no tiene nada que ver con la medicina había que tener mucho cuidado con ella. Pero, lejos de demostrar aversión, agregó: “Toda la vida me apasionó la muerte”.
“Siempre hice chistes sobre estudiar medicina y ahora, de grande, me empecé a replantear un poco todo. Me re apasiona la medicina forense, pero creo que es un compromiso muy grande que no sé si estoy preparada para tomar, porque quiero trabajar en la música. Entonces descubrí esto de la tanatopraxia y me enteré de que se podía estudiar haciendo un curso bastante corto, así que dije: ‘¿Por qué no?’”, explicó la novia de Paulo Dybala.
Pero además, reconoció que no sabe cómo se sentirá cuando le toque llevar sus conocimientos a la práctica: “No sé qué va a pasar el día que tenga que estar frente a un cuerpo sin vida y manipularlo y todo. Tengo la sensación de que, probablemente, me baje la presión. No sé si por verlo muerto, pero abrirlo y eso, debe ser impresionante. Pero no importa, yo lo voy a dar todo”.
Finalmente, brindó detalles sobre el estudio que lleva delante: “El curso son seis libros bastantes cortos. El más largo tiene 200 páginas como mucho. Al final de cada libro te toman un examen y, después, tenés que ir a hacer la práctica”, concluyó.