“Nuestra sección trabaja para demostrar la influencia, pero, sobre todo, la importancia del antecesor maíz en el desarrollo de biomasa del cultivo de soja en Tucumán, durante la campaña 2021-2022”, contó Carmina Fandos, técnica de la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), durante su exposición en el XXII° Taller de Híbridos y Manejo de Maíz.
Indicó que el rendimiento de un cultivo está directamente relacionado con la biomasa y con el índice de cosecha; es decir, la proporción de biomasa que se cosecha. El cultivo antecesor determina el volumen y la calidad de residuos que se incorporan a un agroecosistema. El análisis de las últimas cinco campañas de los cultivos antecesores inmediatos de verano de soja en Tucumán revela una progresiva disminución del monocultivo de esta y un aumento de la participación del maíz y de la caña de azúcar como antecesores de la oleaginosa. Sobre el antecesor caña de azúcar, corresponde a la soja que se realiza dentro del sistema de rotación con caña en el área cañera.
El Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, las siglas en inglés de Normalized Difference Vegetation Index) indica la biomasa fotosintéticamente activa. La vegetación presenta valores de entre 0,2 y 1; y los mayores valores indican mayor biomasa.
El trabajo buscó evaluar la influencia del antecesor maíz en el desarrollo de biomasa del cultivo de soja en Tucumán en la campaña 2021/2022, mediante el índice NDVI. A escala provincial, los valores de NDVI de la soja con antecesor maíz fueron mayores que aquellos correspondientes a soja con cultivo antecesor soja. Dicha tendencia se repitió en los departamentos Burruyacú, Cruz Alta y La Cocha, que en conjunto concentraron alrededor del 64% de la superficie a nivel provincial en la última campaña. “La excepción se constató en el departamento Leales, donde prácticamente no se registraron diferencias en los valores de NDVI entre ambos antecesores, y Graneros”, detalló Fandos.
Los resultados evidenciaron la importancia del antecesor maíz para el cultivo de soja; principalmente en años con déficit hídrico, tal como sucedió en la campaña 2021/2022. “El residuo del antecesor maíz presenta una alta relación C/N, que determina una descomposición lenta y favorece la formación de materia orgánica estabilizada del suelo. Además, el crecimiento de sus raíces contribuye a mejorar la estructura del suelo y, en general, favorece las condiciones físicas, químicas y biológicas”, indicó.