La Guardia Revolucionaria iraní reconoció que disparó misiles y atacó con drones objetivos militantes en la región kurda del vecino norte de Irak, donde, según un funcionario, murieron nueve personas. Los ataques se produjeron después de que las autoridades iraníes acusaron a disidentes kurdos de estar implicados en los disturbios que afectan a Irán, sobre todo en el noroeste.
Ayer continuaban las protestas en varias ciudades de Irán para reclamar por la muerte de una joven mientras se encontraba detenida por la policía. Mahsa Amini, de 22 años, procedente de la ciudad kurda iraní de Saqez, fue detenida este mes en Teherán por “vestimenta inadecuada” por la policía de la moral que hace cumplir el estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica. Su muerte desencadenó la primera gran muestra de oposición en las calles de Irán desde que las autoridades aplastaron las protestas por el precio de la gasolina en 2019.
Un grupo de derechos humanos con sede en Noruega dijo que 83 personas murieron en dos semanas de protestas. “Se confirma que al menos 83 personas, incluidos niños, han muerto en las #ProtestasDeIrán”, dijo en Twitter el grupo Iran Human Rights.
A pesar de la feroz represión por parte de las autoridades, videos publicados en Twitter mostraban a manifestantes que pedían la caída del orden clerical en Teherán, Qom, Rasht, Sanandaj, Masjed-i-Suleiman y otras ciudades. (Reuters)