La lluvia que comenzó a caer el martes sobre Tucumán se convirtió en una aliada clave de los bomberos, que venían desempeñando una ardua labor para sofocar los frentes de incendio que se habían desatado en distintos puntos de la provincia.
El director de Defensa Civil, Fernando Torres, destacó la tarea de los equipos afectados a cada lugar. “Había focos (ígneos) en el sur, en el departamento Alberdi, en Rio Chico, Santa Ana, Yánima; y en Trancas, donde actuaron Bomberos de ese departamento. Y en otros incendios también trabajaron Bomberos de Las Talitas, de Yerba Buena y de Tafí Viejo”, señaló el funcionario provincial.
Y destacó que, "de la manera en que llovió este mes, habrá un buen tiempo sin mayores problemas de incendios”.
De todos modos, el director de Defensa Civil comentó que seguirán atentos "porque todavía hay material seco, es decir, madera residual que quedó de todo este periodo de sequía”.
El funcionario informó que en algunos puntos de la provincia las precipitaciones superaron los 50 mm, mientras que en San Miguel de Tucumán se registraron cerca de 30 mm. En ese contexto, aseguró que no hubo mayores consecuencias, ni vientos intensos, ni denuncias de caídas de árboles.
“Desde el interior, llegó el informe de un referente de Alberdi, que es una zona critica a veces, donde hubo lluvias importantes, algo de descarga, pero sin consecuencias”, dijo Torres. Y agregó que, ante esta situación, "se puso en funcionamiento el sistema de desagües pluviales”.