Carlitos Balá pasó toda su vida con Martha Venturiello, su esposa y con quien tuvo dos hijos, Laura y Martín. Su historia de amor comenzó cuando él tenía 24 años y ella 18. Se conocieron en un casamiento y desde entonces, según contaron en repetidas oportunidades, no volvieron a separarse. Hoy, el país llora la muerte del inolvidable animador infantil.
"Nos conocimos en un casamiento (...) y nunca más nos separamos. Recuerdo que había como quinientos invitados y apenas la vi le dije a mi amigo: ‘Mirá qué linda chica’. La saqué a bailar y después me ofrecí a acompañarla a su casa”, recordaba Balá durante una entrevista con la revista HOLA! tiempo atrás.
“Vivía en Boedo. ‘Yo te llevo’, le dije, y así fue: ¡la llevé en colectivo!. Eran las cuatro de la mañana y para sacarle una sonrisa me puse a vender una lapicera en el colectivo. Después me animé a hacerle un chiste y a pesar de la hora, ella se rio. Por eso siempre digo que gracias al humor, conquisté a la mujer de mi vida”, relataba.
Después de siete años de noviazgo decidieron casarse. La boda llegó gracias a Hilda Bernard y su esposo, quienes firmaron con Balá un contrato laboral de un año seguido, razón por la cual la pareja decidió irse a vivir juntos.
Con el tiempo la familia comenzó a crecer y tuvieron dos hijos, Martín y Laura. “Nos conocemos de memoria. Así como es de exigente, Martha también me da todos los gustos. Por ejemplo, me cocina todo lo que quiero: empanadas de choclo, empanadas de pollo y sopa de sémola para que yo crezca fuerte y lindo”, decía Balá.
Carlitos y Martha llevaban juntos más de 70 años y el soñaba con llegar a los 100. “Ya tengo reservada la botella de champagne y todo. No le tengo miedo a la muerte, en realidad me inquieta lo que me espera después. Y no creo que Dios sea tan injusto para mandarme al infierno, ¿no?”, decía.