Marcelo “Chelo” Roldán, uno de los acusados del crimen de Manuel “Berenjena” López, no pudo cumplir con ninguno de los tres objetivos que planteó a la hora de declarar. No logró despegar a su sobrino Brahiam Roldán; tampoco probar que no tuvo participación en el homicidio ni descartar que el móvil del caso haya sido por actividades ilícitas que maneja una facción de la barra brava de San Martín. Por esa razón, el juez Gonzalo Ortega le dictó la prisión preventiva por tres meses, tal como lo había solicitado el fiscal Carlos Sale.
El titular de la Unidad Fiscal de Homicidios II relató su teoría del caso. Señaló que la víctima estaba con los integrantes de la Peña de Villa 9 de Julio y de La Banda del Chicle cuando fueron agredidos por los miembros de La Banda del Camión y en ese instante “Berenjena” fue ultimado de un disparo en la nuca. Sale sostuvo que los dos Roldán tuvieron algún tipo de participación, aunque hasta el momento no pudo determinar quién fue el autor del crimen.
“Nos quedan varias medidas por realizar para terminar de determinar este punto”, argumentó el investigador. Ambos fueron imputados por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por haberse cometido en un espectáculo deportivo.
La base de la acusación se sostiene con el testimonio de la pareja de la víctima Natalia Jiménez, que es representada por Geraldine Zalazar. La mujer ubicó en la escena del crimen a los dos acusados y dijo que estaban armados. También mencionó a Diego “Condorito” Roldán y a Juan Manuel Pucheta, los otros dos líderes de La Banda del Camión, aunque a ellos no los vio con armas de fuego.
Sale insistió con los problemas que tiene para conseguir la declaración de testigos. “Hubo más de 60 personas en el lugar del crimen, pero sumamos tres testimonios, de los cuales, uno ya dijo que no sabía nada porque tiene miedo a la hinchada”, destacó. “Los particulares que tienen cámaras señalaron que no registraron imágenes, por lo que debemos analizar qué pasó”, agregó el fiscal.
Descargo
Marcelo Roldán aceptó declarar por recomendación de su abogada Silvia Furque. Y sus palabras dejaron varios puntos para analizar. El primero fue intentar despegar a su sobrino. “Brahiam no estaba en el lugar donde sucedió todo. Él se encontraba en otro lado, con los chicos de la música. Lo involucraron sin que haya tenido nada que ver”, señaló sobre el otro acusado del crimen al que le dictaron 44 días de prisión preventiva por la misma imputación.
Después se encargó de aclarar su situación. “Llegué a la cancha con mis dos hijos. Al ver que había problemas, lo protegí al más pequeño y me fui del lugar”, explicó. Hace 21 años, en el juicio por el crimen de Luis Gerardo Caro, su hermano Sergio “Flay” Roldán había planteado la misma situación. El niño al que protegió en esa oportunidad era Brahiam, que hoy está sentado en el banquillo de los acusados.
“Cuando llegamos al estadio, la esposa de ‘Berenjena’ me avisó que él estaba con esa gente. Lo único que le respondí era que no podía hacer nada y que sabía que no podía vender esas cosas ahí”, señaló Roldán. Como el acusado había aceptado declarar sin recibir preguntas, no se aclaró a qué se refería cuando dijo “esas cosas”. Sin embargo, en la audiencia quedó flotando la sensación de que estaba hablando de algo especial.