22 Septiembre 2022
TODO UN SÍMBOLO. El barbijo representó el miedo de la humanidad a lo desconocido. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
María Elena Elmiger
Doctora en Psicología
Las subjetividades se han visto afectadas por el covid, seriamente. Eso nos hizo tomar precauciones sensatas, a veces, insensata otras. Una de ellas es el uso del barbijo, otras desinfectar objetos, aislarnos, no tocar a otras personas, etcétera. Lo que se jugaba era un tabú, un miedo a lo desconocido. Ante algo enigmático y desconocido, el humano se aferra a lo que le dé alguna certeza.
Con la eficacia de las vacunas, el covid se ha transformado en una enfermedad más conocida. Si las medidas precautorias ya no son obligadas por el Estado, habrá personas que sigan con miedo a lo traumático de la enfermedad. Esas continuarán con las medidas precautorias y otras, aquellas que pudieron denegar más, que tal vez nunca tuvieron miedo, aun cuando era válido, seguramente hace rato dejaron de usar barbijo. Para ellas, no será un problema la suspensión de la obligación del uso del barbijo.
Este virus nos confrontó irremediablemente con la fragilidad humana. Una de las respuestas subjetivas fueron las medidas de precaución en la aproximación de los cuerpos. Me parece que es saludable recordarlas.
Creo que el covid fue un hecho traumático, realmente para la humanidad y de acá se sale o estaremos saliendo con algún duelo, con reconocer la fragilidad que tenemos y que el covid la expuso así, sin ningún velo, y desde ahí tomar las medidas que podamos. El covid produjo un agujero y por eso habrá que hacer algún duelo y cada uno irá procesando como pueda ese agujero, el Estado puede dictar normas generales, pero cada uno va a procesar singularmente el horror que le produjo esa época, ese tránsito por el covid y que sigue estando porque alguna gente sigue enfermándose y algunos todavía se mueren.
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