En la búsqueda de controlar la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) subió hoy 75 puntos básicos la tasa de interés que regula el costo del dinero, ubicándola de esta forma en un rango de entre 3,00% y 3,25%.
Además, corrigió a la baja la proyección de crecimiento de la economía norteamericana y la ubicó apenas por encima del cero por ciento en 2022 (+0,2%), frente al 1,7% previsto en junio pasado.
La decisión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) busca intentar neutralizar el incremento de los precios, lo cual podría derivar en una vertiginosa caída del consumo y un incremento del desempleo.
El organismo monetario anticipó que "serán necesarias alzas suplementarias", ante una inflación esperada ahora de 5,4% para este año, frente al 5,2% previsto anteriormente.
A pesar de que la inflación estadounidense comenzó a bajar desde el 9,1% registrado en junio, el índice continuó alto en los meses siguientes y, de hecho, el índice núcleo (que excluye alimentos y energía) volvió a acelerarse en agosto.
Frente a una inflación que no da respiro, el presidente de la FED Jerome Powell, había adelantado el martes a otro incremento “inusualmente grande” de 75 puntos (que se concretó este miércoles y que cual llevará la tasa a niveles inéditos desde la crisis financiera de 2008) para evitar un desanclaje de las expectativas inflacionarias, y ratificó que la entidad continuará con una política monetaria restrictiva “por algún tiempo”, con el objetivo de estabilizar los precios nuevamente a la meta tradicional de la entidad del 2% anual.
Desde entonces, diversos gobernadores de la FED se expresaron públicamente a favor de una suba de dicho rango e incluso el mercado ha especulado con una suba de 100 puntos, la cual se considera poco probable.
Efectos
En lo que va del año, la entidad dispuso una suba en las tasas de interés de referencia de 25 puntos porcentuales en marzo, 50 en mayo, 75 en junio y otros 75 en julio, llevándola de niveles cercanos a cero a un rango de entre 2,25% y 2,50%.
La suba en las tasas ya se refleja en los intereses de los bonos del Tesoro: los rendimientos a dos años se acercan a superar la barrera del 4% por primera vez desde 2007 y ya aumentaron más de 3 puntos porcentuales en lo que va del año apuntando al mayor incremento anual desde 1994.
“Estamos viendo signos claros de que los bancos centrales están preparados para tolerar la recesión, si ese es el precio que tienen que pagar para poder traer bajo control a la inflación”, analizó Andrew Ticehurst, estratega de la banca Nomura.