
Equinoccio de primavera

El equinoccio de primavera es un evento astronómico que sucede una vez al año y sirve como transición entre el invierno y la primavera.
Este episodio se explica por el hecho de que el ángulo del sol mira a Ecuador y permite que todas las partes de La Tierra reciban la misma cantidad de luz y oscuridad durante un día. Esto significa que el día y la noche tienen la misma duración.
El equinoccio en el hemisferio sur, más precisamente en Argentina, comenzará el 23 de septiembre, a la 01:04. Con la llegada de la primavera se celebran en nuestro país diferentes festividades cargadas de significado, como la popular Fiesta Nacional de los Estudiantes en San Salvador de Jujuy.
Solsticio y equinoccio: en qué se diferencian
Los solsticios y equinoccios son fenómenos astronómicos que ocurren dos veces al año cada uno. Nos permiten diferenciar las estaciones.
El solsticio tiene lugar durante el verano y el invierno. Es el momento del año en que el sol se encuentra más cerca o más lejos de los hemisferios terrestres. De esta forma, la Tierra recibe más cantidad de luz en un hemisferio que en el otro, por lo tanto, mientras en un hemisferio es invierno, en el otro, es verano.
Esto marca la diferencia entre el día y la noche, mientras que durante el solsticio de verano el día más largo y la noche más corta. En invierno el día es más corto y la noche más larga.
El equinoccio también ocurre en el otoño. Este fenómeno ocurre cuando el sol se ubica en la línea del ecuador, provocando que los rayos lleguen a los hemisferios de la misma manera y provocando que el día y la noche duren mucho tiempo.
Así, cuando ocurre el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, surge el equinoccio de otoño en el hemisferio sur y viceversa.
Equinoccio de primavera: ¿cuáles son sus significados astrológicos?
Aunque no seamos del signo de Libra, todos estaremos atravesados por este periodo compensatorio que podríamos aprovecharlo como un tiempo de grandes oportunidades para hacer balance y redistribuir energía de vida, para nivelar y reelegir en qué cosas y relaciones queremos ocupar nuestro tiempo y por tanto nuestra vida, según le explicó la astróloga, profesora de tarot y astrología, Beatriz Leveratto, a Clarín.
El tiempo de Libra -o de equinoccio- es ideal también para sanar vínculos, volver a escucharnos e intentar comprender la mirada y la opinión del otro.
Es ideal para ejercitar nuestra capacidad de escucha y para poner a prueba nuestro talento para abandonar la ofensa y ponernos en el lugar de los demás para pacificar nuestro mundo cotidiano.







