Silvia Raquel Lai fue condenada a 25 años de prisión por el crimen de su esposo, Eduardo José Salas, ocurrido el 15 de julio de 2007. Por el homicidio también fue condenado Luis Piccinetti. Más de 15 años después, la docente, que fue distinguida en varias oportunidades como un ejemplo de la resociabilización que debe tener el sistema penitenciario, podría recuperar su libertad. Sus hijos estuvieron presentes en la audiencia de ayer, que significó un paso clave, pero en la cual no obtuvo la libertad por una cuestión de papeles, una cuestión que podría resolverse esta semana.
En ningún momento existió controversia dentro de este debate. La defensa expuso ante el juez Gonzalo Ortega que luego de recibir la condena en 2011, Lai quedó inmersa en la vida carcelaria y utilizó el tiempo en realizar cursos, talleres y en comenzar una nueva carrera universitaria. Se graduó de procuradora y de abogada en la UNT.
El defensor argumentó que ya cumplió con más de 15 años de encierro, en los cuales los informes reflejaron que tuvo “conducta ejemplar” y que además ya gozó de varias salidas transitorias sin haber causado ningún inconveniente.
El juez le corrió vista sobre el planteo a la auxiliar fiscal Fernanda Antoni Piossek, quien no se opuso a la presentación y reconoció que el planteo tenía validez, pero marcó algunos puntos que pidió que quedaran claros en el informe. Por ejemplo, soliicitó que el Servicio Penitenciario aclare por qué computaba por diferenciado los puntos por la carrera de abogacía y de procurador, siendo que comparten un mismo cursado. También explicó que aparentemente parecían estar restándole 24 meses de pena a Lai, cuando lo máximo previsto es de 20 meses.
El juez comprendió y fijó una nueva audiencia para el viernes, para que se aclaren esos puntos del informe. Dio a entender que eso sería solo un formalismo, y que ya había fijado una postura al respecto tras escuchar a las dos partes. Luego le dio la palabra a Lai.
“Sólo quiero decir que todo este tiempo puse mucho de mi parte y que gracias a las instituciones pude capacitarme y ocupar el tiempo útilmente. Espero que se pueda computar todo ese esfuerzo”, sintetizó la condenada. Ortega le respondió: “el esfuerzo siempre vale, tengo presente que muchos cumplen condenas largas y no usan ese tiempo como lo hizo usted. Por eso dije que ya tengo una idea formada. Todo eso se computa y vamos a esperar el informe para resolver”, concluyó.