El Presidente se refirió en la ONU al ataque a Cristina Kirchner y habló de "fascismo disfrazado del republicanismo"

El Presidente se refirió en la ONU al ataque a Cristina Kirchner y habló de "fascismo disfrazado del republicanismo"

El mandatario argentino expuso en Nueva York. Mirá el video del discurso completo.

ALBERTO FERNÁNDEZ EN LA ONU. ALBERTO FERNÁNDEZ EN LA ONU.
20 Septiembre 2022

Las primeras palabras de Alberto Fernández en la Organización de las Naciones Unidas fueron para agradecer “la solidaridad del mundo entero” ante el intento de asesinato contra Cristina Kirchner y hablar de la “violencia fascista que se disfraza de republicanismo”.

El jefe de Estado utilizó los primeros minutos de los 15 que le correspondían para repudiar el intento de magnicidio que sufrió su compañera de fórmula. “Poniendo en valor la racionalidad propia de la convivencia democrática, quiero comenzar estas palabras agradeciendo la solidaridad que la Argentina ha recibido del mundo entero por el intento de magnicidio perpetrado contra nuestra Vicepresidenta”, dijo Fernández para inmediatamente apuntar contra los discursos políticos violentos.

“Los argentinos construimos el acuerdo del ‘Nunca Más’ al terrorismo de Estado y a la violencia política. Valoramos la democracia como un modelo de desarrollo social que exige respetar al otro en la diversidad. Estoy seguro que la violencia fascista que se disfraza de republicanismo no conseguirá cambiar ese amplio consenso al que adhiere la inmensa mayoría de la sociedad argentina”. Fernández estuvo en la sede de la ONU de Nueva York acompañado por el canciller, Santiago Cafiero; el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello; el Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el titular de la cartera de Educación, Jaime Perczyk; la Portavoz, Gabriela Cerruti, la embajadora ante la UNESCO, Marcela Losardo; y la primera dama, Fabiola Yañez.

El jefe de Estado se refirió a los que el oficialismo llama “discursos del odio” al asegurar que “aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos proliferaron y encontraron tierra fértil para sembrar el sentimiento anti político en nuestras sociedades. Guardar silencio ante semejante evidencia puede conducirnos a poner en crisis el mismo Estado de Derecho”. Y cerró las palabras sobre el ataque apuntando a “quienes buscan debilitar y erosionar las democracias, tienen intereses específicos que los lleva a promover la polarización extrema. No aceptemos resignados esa situación. Generemos un enérgico rechazo global a quienes promueven la división en nuestras comunidades”.

Ante la ONU Fernández volvió a reclamar por los bloqueos a Cuba y Venezuela. “Quiero llamar la atención por la utilización de medidas unilaterales de coerción. De acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, las únicas sanciones legítimas son aquellas impuestas por el Consejo de Seguridad para hacer cumplir sus decisiones en materia de mantenimiento de la paz y la seguridad. En virtud de ello, Argentina se suma al reclamo de los pueblos de Cuba y Venezuela para que se levanten los bloqueos que esas naciones padecen”.

Fernández continuó su discurso haciendo hincapié en la necesidad de avanzar contra las desigualdades del mundo: “La pandemia transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial. ¿Es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial? ¿Es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos? No denunciar este modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza, puede volvernos cómplices en la consolidación de tanta desigualdad”, remarcó el mandatario.

En este contexto, se refirió a la guerra en Ucrania desatada por Rusia: “Para enfrentar semejantes desafíos, debemos recuperar el imperio de la paz. Siempre hemos pregonado la solución pacífica de las controversias. Es imperioso que cesen todas las hostilidades desatadas. Por ese motivo, necesitamos trabajar unidos para imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania”.

Bajo este escenario posicionó a la Argentina como proveedora de alimentos y energía: “debemos garantizar la seguridad alimentaria, debemos acceder en condiciones de seguridad y previsibilidad a la energía. Argentina seguirá estando presente para contribuir a enfrentar ese gran desafío. Estamos incrementando la producción para proveer al mundo de energías limpias y de aquellas que, como el gas natural, permitan reducir las emisiones de carbono durante la transición”.

También habló de la deuda con el Fondo Monetario Internacional al asegurar que se trató de “un endeudamiento que mi gobierno no generó pero que afronta con toda seriedad. Nuestros criterios son conocidos. Responden a lo dispuesto por esta Asamblea General en la Resolución 69/319 de 2015, cuando dispuso que las reestructuraciones de las deudas soberanas deben hacerse promoviendo el crecimiento sostenido e inclusivo, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos”.

“Seguimos luchando contra la impunidad, investigando los atentados que sufrimos en 1992 a la Embajada de Israel y en 1994 a la sede de la AMIA, que se cobraron la vida de 107 personas y cientos de heridos. Queremos que los responsables de tan atroces ataques sean identificados, juzgados y eventualmente condenados”, fueron las palabras que utilizó el Presidente para pedirle cooperación a Irán: “Una vez más, instamos a la República Islámica de Irán a que coopere con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación del atentado contra la AMIA. También instamos a la comunidad internacional, a que nos acompañen en nuestra lucha evitando recibir o cobijar a cualquiera de los imputados aun cuando gocen de inmunidad diplomática. Debemos recordar que sobre ellos pesan solicitudes de captura internacional y alertas rojas de Interpol”.

Ya sobre el cierre de su primera participación de manera presencial en la ONU Fernández dijo: "Quiero reafirmar los legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Forman parte del territorio nacional argentino y se encuentran ocupados ilegalmente por el Reino Unido desde hace ya casi 190 años”.

Y remarcó: "El Reino Unido persiste en su actitud de desoír el llamado a reanudar las negociaciones respecto de la disputa territorial. Más aún: Agravó la controversia por sus llamados a la explotación ilegal de los recursos naturales renovables y no renovables en el área. La acción es contraria a la resolución 31/49 de esta Asamblea. También insiste con la injustificada y desmedida presencia militar en las Islas, que no hace más que traer tensión a una región caracterizada por ser una zona de paz y cooperación internacional”.

Como palabras finales, el jefe de Estado argentino expresó: “Debemos trabajar e implementar acuerdos globales efectivos que erradiquen el hambre, que reduzcan de modo drástico las desigualdades, que aseguren la estabilidad democrática, la paz y la convivencia. La humanidad está en riesgo. Con humildad, la Argentina extiende un llamamiento a todos los países del mundo para construir un nuevo paradigma global que asegure la prosperidad con justicia social”.

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