Por Fabio Ladetto
18 Septiembre 2022
CONVENCIDO. Jorge Garacotche impulsa la unión entre distintos artistas.
Se enteró por los libros. No lo había registrado al hacerlo, sino que Jorge Garacotche supo luego que había sido el primer músico de rock argentino en grabar un tango. “Fue en mi segundo disco, ‘Canturbe’, cuando registré ‘Soledad’, de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera. Muchísimos años después aparecieron trabajos de investigación periodística y estuve en algunas presentaciones charlando de cómo se me ocurrió hacerlo, en 1983. Admiro mucho a Gardel y al tango; si bien soy salido del rock nacional, siempre lo miré de reojo, me formé y aprendí muchas cosas de él”, describe.
Garacotche cierra su presencia en distintos escenarios de la provincia esta tarde, cuando desde las 18 se presentará en Nuevo Mundo Parador (sobre ruta 357, camino a Villa Nougués, frente al country La Arboleda). Lo suyo serán clásicos en 2x4, pero también participará del recital Marcelo Negrex Delgado, con sus temas rockeros locales.
“Presido la asociación de músicas y músicos independientes de Buenos Aires, Amiba, pero que está por todo el país porque nuestra visión es federal. La idea es conectarnos con artistas y asociaciones de toda la Argentina para armar un frente de músicos. Con Negrex nos conectamos por un amigo en común, Julio Guzmán, y empezamos a pensar en la posibilidad de volver a actuar en Tucumán luego de muchos años y generar esa relación, en un recorrido por la región”, le explica a LA GACETA.
- ¿Tendrá continuidad a futuro este recital de a dos?
- Seguramente, esto recién empieza, la idea está sembrada para que crezca y se haga algo más amplio. De entrada, hemos invitado a otros músicos y a poetas tucumanos.
- ¿Qué te atrae del tango?
- Me gusta mucho la poesía y la filosofía tanguera, contar qué significan para mí esas canciones. Me enseñaron a escribir las letras de mis temas, a hacer música. Es una enorme escuela de la vida, como el rock, el blues, el jazz, el folclore... Si los definís sólo como ritmos, te quedás corto. Son un modo de vida.
- ¿Sos más de lo clásico o de lo contemporáneo?
- El tango clásico me parece extraordinario, pero hay mucha gente haciendo cosas muy buenas en la capital y en el interior, que no aparecen en los medios. Recrean corrientes con un gran nivel instrumental y con letras que reflejan lo que se vive actualmente. Goza de muy buena salud el tango actual, que es una música no exclusivamente porteña. Y el rock nacional es su hijo.
- ¿Cómo es compartir escenario con artistas de otros géneros?
- Me interesa, lo hago en la práctica, así como la idea de unidad que proclamamos desde Amiba. Es muy importante que estemos juntos en la batalla cultural que estamos dando. Y no sólo en las charlas y en las reuniones, sino también arriba de los escenarios. Actuar junto a los músicos locales es la gran señal que hay que dar cuando se recorren las provincias. Es mi convicción musical, pero también ideológica más allá del ritmo que aborde cada uno, que hace lo que puede y lo que le sale. Sólo me resisto ante quien hace las cosas mal o que se preocupa más en su cuenta bancaria que en el arte. Tenemos un problema serio de difusión, hay mucho por trabajar. No podemos pelear contra el mercado; el Estado debe intervenir y comprometerse en la cultura.
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