KIEV, Ucrania.- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció el hallazgo de una fosa común con un número suoperior a 440 personas en la población de Izyum, de la región de Járkov, este del país.
“Se encontró un entierro masivo de personas en Izyum”, afirmó Zelenski en su habitual discurso nocturno divulgado por la presidencia, en referencia a una localidad recientemente liberada de los rusos.
Ya se iniciaron las actuaciones procesales necesarias, añadió el presidente ucraniano.
La fosa común contiene más de 440 cuerpos en la ciudad oriental recuperada de manos de las fuerzas rusas, dijo un oficial de policía regional, y agregó que algunas de las personas habían muerto por bombardeos y ataques aéreos.
Serhiy Bolvinov, investigador jefe de la policía de la región de Járkov, dijo a Sky News que se llevarían a cabo investigaciones forenses en todos los cuerpos. “Es uno de los sitios de entierro más grandes en una gran ciudad en (áreas) liberadas... 440 cuerpos fueron sepultados en un solo lugar”, dijo Bolvinov.
“Algunos murieron a causa del fuego de artillería... otros murieron a causa de los ataques aéreos”, dijo. Miles de tropas rusas huyeron de Izium el fin de semana pasado.
Zelenski culpó a Rusia y comparó el descubrimiento con lo que sucedió en Bucha, en las afueras de la capital, Kiev, en las primeras etapas de la invasión por parte de las fuerzas rusas a fines de febrero.
Ucrania y sus aliados occidentales han acusado a las fuerzas rusas de perpetrar crímenes de guerra en Bucha. “Rusia está dejando muerte atrás en todas partes y debe ser considerada responsable”, dijo Zelenski en un discurso de video.
De Damasco a Ankara
Mientras tanto, Rusia, que ha negado repetidamente tener como objetivo a civiles o haber cometido crímenes de guerra, aceita sus esfuerzos para fortalecer su posición acercando a sus aliados en Siria y Turquía.
El jefe de los servicios de inteligencia de Turquía mantuvo reuniones con su homólogo sirio en Damasco, muestra de los esfuerzos rusos para fomentar una distensión entre Estados que se encuentran en bandos opuestos de la guerra de Siria.
Una fuente regional afín a Damasco dijo que Hakan Fidan, jefe de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT), y el jefe de la inteligencia siria Ali Mamlouk se reunieron esta semana en la capital siria.
Los contactos reflejan un cambio en la política rusa mientras Moscú se prepara para un conflicto prolongado en Ucrania y busca asegurar su posición en Siria, donde sus fuerzas han apoyado al presidente Bashar al-Assad desde 2015.
Un acercamiento entre Ankara y Damasco reconfiguraría la guerra siria, que dura ya una década.
El apoyo turco ha sido vital para sostener a los rebeldes sirios en su último gran bastión territorial en el noroeste, después de que Assad derrotó a la insurgencia en el resto del país, con la ayuda de Rusia e Irán.
Pero el acercamiento se enfrenta a grandes complicaciones, como el destino de los combatientes rebeldes y de millones de civiles, muchos de los cuales huyeron al noroeste para escapar del gobierno de Assad.
Turquía, miembro de la OTAN, tiene tropas en la zona, que son consideradas fuerzas de ocupación por Assad.
Durante las reuniones, Fidan -uno de los confidentes más cercanos del presidente Tayyip Erdogan- y Mamlouk evaluaron cómo los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países podrían llegar a reunirse. (Reuters)