Este miércoles, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en una conferencia de prensa que “el mundo nunca ha estado en mejor posición para acabar con la pandemia de COVID-19”. Además, instó a las naciones a mantener sus esfuerzos contra el virus que ocasionó la muerte de más de 6 millones de personas.
“Alguien que corre un maratón no se detiene cuando ve la línea de meta. Corre más deprisa, con toda la energía que le queda. Y nosotros, también”, subrayó el máximo responsable de la institución. “Todos podemos ver la línea de meta, estamos a punto de ganar. Sería verdaderamente el peor momento para dejar de correr”, insistió.
El despliegue de vacunas y terapias ayudó a frenar la gravedad de la enfermedad. Las muertes por COVID-19 la semana pasada fueron las más bajas desde marzo de 2020, mes en el que comenzó la pandemia. Sin embargo, hicieron hincapié en que los países deben revisar sus políticas y reforzarlas tanto para el COVID-19 como para futuros virus.
La OMS advirtió la posibilidad de que haya oleadas del virus y dijo que los países deben mantener un suministro adecuado de equipos médicos y personal sanitario. “Esperamos que haya futuras oleadas de infecciones, potencialmente en diferentes momentos en todo el mundo, causadas por diferentes subvariantes de ómicron o incluso por diferentes variantes de preocupación”, dijo la epidemióloga principal de la OMS, Maria Van Kerkhove.
Según el último informe epidemiológico, el número de casos descendió un 28% en la semana del 5 al 11 de septiembre respecto a la semana precedente, hasta los 3,1 millones de nuevos contagios declarados. La cantidad de decesos retrocedió un 22% hasta menos de 11.000.
En septiembre, la OMS contabilizaba más de 600 millones de casos oficialmente confirmados - una cifra que se presume muy inferior a la real, lo mismo que el número oficial de decesos: algo más de 6,4 millones de muertos en todo el mundo. Un estudio del organismo basado en proyecciones y evaluaciones publicado en mayo sugería que podrían haberse producido entre 13 y 17 millones de muertes más de las oficiales por COVID-19 a fines de 2021.