“De chiquito, los compañeritos, le decían ‘Berenjena’ porque era negrito. El apodo le quedó. No es ningún seudónimo maléfico”, aclaró Santos López. El padre de Manuel Alejandro López, el hombre de 36 años asesinado a metros del estadio de La Ciudadela, afirmó que quiere “limpiar el nombre de su hijo”. “No era integrante de una banda. Sí, tenía su pasión por San Martín que me lo llevó”, lamentó en la entrevista que concedió a LA GACETA Central.
El jubilado de 69 años quiso hablar por voluntad propia y mostrar su hogar. Allí donde creció “Berenjena”; no vivía actualmente ahí, pero iba todos los días porque trabajaba junto a su padre fabricando aberturas de aluminio. “Esta es mi plantación de drogas”, dijo López. Con las imágenes se entendía el sarcasmo: el padre de la víctima mostraba las puertas y ventanas que se construyen en la carpintería del fondo de su casa. El comentario fue dirigido hacia las autoridades que están investigando el caso, quienes presumen que el hecho de sangre se produjo, entre otras razones, por venta de drogas. “Si ellos me presentan pruebas, me tendré que callar y pedir disculpas. Pero si no lo hacen, no tengo porqué callarme en nada”, explicó.
López aseguró con vehemencia que él no tiene motivos para creer que su hijo formaba parte de algún grupo barrabrava. “De eso doy fe porque no tenía tiempo. Éstas últimas semanas estaba yendo a trabajar a Monteros. Se levantaba a las 5 de la mañana y volvía a las 10 de la noche”, detalló sobre el día a día de “Berenjena”.