10 Septiembre 2022
RASGO. El poroto es muy sensible al rango de temperatura: entre 15° C y 29° C; por encima de este, la relación fotosíntesis-respiración se vuelve crítica.
Continuando con la II parte de la 1ª Jornada de variedades y manejo del cultivo de poroto organizada por la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), en esta edición se publican resúmenes de las diferentes charlas sobre aspectos técnicos y de manejo del cultivo de esta legumbre en el NOA.
Los técnicos de la sección Zoología Agrícola de la Eeaoc expusieron los resultados de ensayos para el manejo de falsa medidora (Chrysodeixis = Pseudoplusia inludens) en el cultivo de poroto y sobre el comportamiento de la mosca barrenadora (Melanagromyza sojae) en diferentes tipos de esta legumbre.
La falsa medidora es una especie típica de ambientes subtropicales y es considerada como la principal defoliadora del poroto en la región del NOA. Esta oruga actúa durante etapas vegetativas avanzadas y durante las fases reproductivas del cultivo; ocasiona daños sobre el follaje y sobre las estructuras reproductivas del poroto, como flores y vainas.
Si bien existen productos registrados para el control de falsa medidora en el poroto, se observó una baja performance de algunos de estos productos. Durante la actividad se presentaron resultados obtenidos con otras herramientas, que mostraron mayores eficacias de control sobre la falsa medidora, lo que permitió que se reduzcan sus daños sobre el cultivo. Los técnicos destacaron la importancia de trabajar de manera conjunta con productores y con empresas para lograr el registro de herramientas que brinden controles efectivos sobre las principales problemáticas del cultivo de poroto.
Se subrayó que la mosca barrenadora es una plaga potencial, recientemente detectada en nuestro país. En el NOA, se reportaron daños en los cultivos de soja, de poroto, de garbanzo, de lenteja y de alfalfa. Las larvas de Melanagromyza sojae barrenan tallos y ramas de las plantas, produciendo galerías que se tornan de una coloración marrón rojiza. Estos daños pueden ocasionar la muerte de plantas en etapas vegetativas iniciales o una reducción del desarrollo de estas.
Melanagromyza sojae puede desarrollarse sobre diferentes variedades de poroto -negro, blanco y rojo-, en las cuales se registraron valores cercanos al 50% de plantas dañadas por esta plaga; el poroto mung presentó menor incidencia de Melanagromyza sojae.
Si bien la soja representa el hospedero preferido de la mosca barrenadora, su mayor ocurrencia durante febrero y marzo podría favorecer ataques de esta plaga en el cultivo de poroto.
Rendimientos
También se dio una charla enfocada a la enorme brecha entre el potencial de rinde y los rendimientos actuales. “Sin escapar a la problemática global, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) y otras entidades, alertan sobre el declinamiento progresivo en los rendimientos de los cereales y de las oleaginosas en el mundo”, dijo Agustín Calderoni.
El poroto no es la excepción, la productividad avanzó de 900 kilos por hectárea (kg/ha) a 1.100 kg/ha, en promedio general. Representa un magro aumento de cinco kilos por año durante los últimos 40 años. Se trató de analizar durante la reunión una serie de factores que limitan seriamente los rendimientos.
El poroto es una especie muy sensible al rango de temperatura: entre 15° C y 29° C. Por encima de este, la relación entre fotosíntesis y respiración se vuelve crítica, tal como lo demuestra un estudio de la reacción de plantas sometidas a diferentes temperaturas durante una hora. En esta se evalúa la fluorescencia máxima, y cómo varía tras ser sometida a un estrés térmico. Pese al corto tiempo de estrés, el factor más importante es la interacción entre capacidad de fotosíntesis respecto de la temperatura. Las vignas están más adaptadas a las altas temperaturas, y eso explicaría su adaptabilidad (en el caso de los mungos) a diferentes fechas de siembra y ambientes.
En el mismo sentido, respecto de la interacción de la temperatura, la fotosíntesis y la nutrición, se hizo referencia a la necesidad de ser eficiente en la captación, acumulación y distribución de la energía en los momentos adecuados para generar inicialmente la estructura que va a sostener el rendimiento. En esta etapa se hizo hincapié en optimizar para lograr índices de cosecha de entre 0,4 y 0,5 y en períodos reproductivos maximizar los factores de rendimiento, fijar flores, vainas y granos.
Buenos rendimientos se dan a partir de 1,7 de Índice de Área Foliar (IAF), y resulta más importante la calidad y sanidad de las hojas hasta el fin del ciclo que la cantidad de hojas y la caída prematura por enfermedades o deficiencia de nutrientes.
Desde la nutrición, la fotosíntesis efectiva es muy importante para que se capte la máxima radiación posible; y cuando hay deficiencias se produce saturación y por lo tanto fotooxidación, lo que complica el aparato fotosintético en cuestión.
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