Una vez más, Wanda Nara fue centro de una polémica en los últimos días. Fue a causa de las grabaciones de ¿Quién es la máscara? (Telefe), de las cuales debió ausentarse para viajar a Turquía y acompañar a Mauro Icardi, que se incorporará al Galatasaray. Ante tantos rumores, la empresaria hizo un fuerte descargo desde su cuenta de Instagram.
Wanda habló durante varios minutos e hizo hincapié en su situación laboral: “Hace mucho que trabajo, desde que soy muy chiquita. No había romances ni títulos picantes cuando tenía tres años. Entonces todos los que quieran inventar tonterías pueden pedir las revistas de hace 30 años. A los cinco años ya estaba trabajando de la nena que iba de la mano con Valeria (Mazza), Carola del Bianco, o Carolina Peleritti”.
Luego se refirió a su rol como representante de su marido: “Otro de mis trabajados desde hace seis, siete años, es seguir los contratos y los cambios de Mauro así que voy a hacer eso que tan mal tampoco lo hago. Yo hago los contratos y después él juega en la cancha porque lo único que me falta es también es entrar a jugar”.
“Les mando un besito enorme a todas las que critican -siguió-, sumado a que como toda mamá, que tiene un marido que cambia de ciudades o de trabajo, mi parte es contener, acompañar, anotar en un nuevo colegio, buscar casa, hacer la mudanza. Lo hago de la mejor manera y soy la que arrastra el camión de mudanza. Además de la parte contractual, estoy haciendo la parte emocional, emotiva y todo eso”.
En ese sentido, Wanda agregó: “Entonces, que mujeres critiquen a una mujer de la cual yo siento que voy a ser ejemplo para mis hijas, me parece que deberían revisar sus vidas, a ver qué hacen ustedes”.
Y luego habló de su patrimonio: “Podría vivir sin trabajar, seguramente sí. Yo, mis hijos y los hijos de mis hijos. Con 35 años logré que todos ellos puedan vivir sin trabajar también. Pero ese no es el ejemplo que les quiero dejar a mis hijos. No quiero que el día de mañana yo me muera y venga un fracasado de la vida y les diga: ‘Mirá todo lo que te dejó tu vieja, no trabajes’. Me parece que en la vida siempre se puede seguir creciendo e ir por más. Siempre hay alguien que tiene más y alguien que tiene menos, pero en la vida lo que nos hace diferentes son los sueños que tenemos”.
“Seguramente me debo equivocar en un montón de cosas, puedo tener fallas o puede haber situaciones que sean difíciles. Obviamente, si viviera con la tarjeta de crédito de mi marido, encerrada en mi casa, yendo y viniendo del supermercado, no habría mucho margen de error, ahí estaría todo perfecto. Pero prefiero tener otra vida”, aseguró.