09 Septiembre 2022
AHORA MIRA HACIA ADELANTE. Nasta jugó en Villa Soldati los primeros minutos con la camiseta de San Martín; pese al empate el delantero siente que nada está perdido y pide enfocarse en el duelo con la “B”. Foto de Alejandro Cruz
Iban 72 minutos de partido y San Martín no lograba quebrar a Deportivo Riestra. Pablo De Muner miró a su alrededor y decidió que era su momento. Bruno Nasta reemplazó a Rodrigo Herrera y tuvo su debut en San Martín, algo con lo que soñaba desde el momento en el que llegar a La Ciudadela era sólo una oportunidad.
“En lo personal, estoy contento por haber podido tener mis primeros minutos en un club así de grande. Desde que llegué, me encontré con un grupo de compañeros que me han hecho todo muy fácil; por eso creo que pude acoplarme bien”, aseguró el delantero nacido en Pergamino hace 29 años.
El pedido del entrenador fue claro. Pararse como referencia dentro del área del “Malevo”, compartiendo escenario con Juan Miritello, con el objetivo de tratar de quebrar el cero y tratar de asegurarle al equipo tres puntos claves. Pero claro, pese a la insistencia, no hubo caso.
Las imágenes de las pelotas paradas que tuvo a favor el “Santo” en la siesta del lunes mostraban a los defensores locales tratando de tomar de manera desesperada al lungo punta de casi 1,90 metros. Nasta trató de ser una opción, pero casi no tuvo chances para aportar el grito salvador. “No pudo ser; no pudimos ganar que era lo que queríamos y por eso nos fuimos tristes”, dijo marcando la parte mala que tuvo su estreno. “Igualmente, lo positivo es que me entendí muy bien con Miritello; algo que es muy importante porque los dos jugamos en el mismo puesto y por ahí se hace difícil jugar con doble nueve. Sin embargo, entendimos cómo movernos y complementarnos y hasta generamos algunas situaciones de gol. Claro que queríamos convertir y por eso nos fuimos con un sabor amargo”, agregó.
El “Blanquinegro” le planteó un partido complicado a San Martín. Con un juego algo mezquino y apostando a las contras, le trabó el medio y le impidió llegar con claridad a los últimos metros del campo. “Creo que tuvimos el control del partido. Ellos prácticamente no nos complicaron. Pero quizás, fallamos en las transiciones y en saber resolver arriba”, remató, pensando en Belgrano en el duelo que se viene y en el final de un torneo en el que el equipo debe estar más despierto que nunca. “Hay que seguir. Este plantel tiene cosas muy buenas y vamos a terminar bien. Hay que volver a ganar”, sentenció Nasta, que tuvo un debut en el que la alegría y la tristeza tuvieron dosis casi idénticas.
Los lesionados evolucionan bien
Mientras Pablo De Muner estaba enfrascado en armar el plan para tratar de vencer al líder, los médicos del plantel le entregaban buenas noticias.
Diego Sosa, Rodrigo Gómez y Tino Costa, los futbolistas que habían sido bajas obligadas en los partidos contra Güemes y Deportivo Riestra, están cada vez mejor de sus dolencias y podrían llegar a ser opciones de cara al juego contra el “Pirata”.
“Por suerte están muy bien”, le confirmó un integrante del departamento médico “santo” a LG Deportiva. “Igualmente, hay que ir siguiendo día a día cada caso. Pero en teoría deberían llegar en condiciones”, agregó.
Las prácticas de hoy y de mañana serán claves. El entrenador comenzará a darle forma al “11” y los tres jugadores serán exigidos para ver si pueden estar en un juego clave, que en La Ciudadela deben ganar como sea.
El árbitro
Andrés Merlos (foto) será el juez del duelo contra Belgrano. No lo dirige al “Santo” desde el 10 de marzo de 2019, en la victoria 3-1 sobre Huracán por la Superliga. Antes, había sido el juez en el 1-1 contra Banfield (mismo torneo), 2-2 vs. Argentinos y 2-2 y 1-2 Independiente Rivadavia (PN 2016/17).
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