“Creo que nadie puede dar/ una respuesta, ni decir/ qué puerta hay que tocar./ Creo que a pesar de tanta melancolía,/ tanta pena y tanta herida,/ solo se trata de vivir”.
Cuando uno lee la letra de una canción e inmediatamente la tararea con su música, su poesía toma su envergadura final y se transforma en un himno pagano. Que “Solo se trata de vivir” haya cumplido ya más de 40 años y siga teniendo vigencia (y conmoviendo en su decir) es la excusa para el regreso de Litto Nebbia a Tucumán, en el 62º Septiembre Musical que organiza el Ente Cultural de Tucumán, con función esta noche a las 21 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601) y con entrada libre y gratuita.
Su postergada (por la pandemia) gira nacional tiene el auspicio del Ministerio de Cultura de la Nación, que considera crucial en la historia de la música nacional la canción escrita en 1979 y cabeza del disco lanzado en 1981, en tanto es “parte de un conjunto de obras que antecedieron a la recuperación de la democracia, porque habla de la situación del viajero, del exiliado, con una mirada de futuro”.
Nebbia compuso “Solo se trata...” mientras estaba en México, adonde huyó por la dictadura militar que azotaba la Argentina. Haber escrito “Inventando otra esperanza/ para volver a vivir” y “así podrá descansar mi pena/ hasta la próxima vez” en ese contexto, le otorga una profundidad que se magnifica en la coyuntura y, al mismo tiempo, la trasciende. Litto lo reconoce en diálogo con LA GACETA, que (como sus creaciones) va más allá de un simple asunto.
- ¿Haber compuesto esa canción en medio de tanta muerte y dolor fue un acto de resistencia?
- Como tantas veces me sucede, a partir de una experiencia personal muy sensible, aparece una reflexión que acompaña. La palabra exorciza, dicen. Podés entender esto como un desahogo, una canalización de tus afectos.
- ¿Vivir es el mayor desafío que tenemos?
- Se supone que vivir es la manera de crecer, de aprender, que tenemos. Sin embargo, a rasgos medio generales, pareciera que no todo el mundo lo ve de este modo. Demasiada violencia, demasiados egos y ambiciones desmedidas.
- ¿Qué sentís a 40 años de ese disco, en medio del reconocimiento institucional del Ministerio de Cultura?
- Nunca sabés cuál será el destino de una canción. Algunas veces aparecen esas que tienen el don de gustar, y “Solo se trata de vivir” es una de ellas. Cuando la compuse sentí una gran emoción. Algo así como un notable descubrimiento. Tal como si alguien me la hubiera susurrado desde el cielo. Lo vivo como una bendición y es algo que escapa a tus manos.
- Tu obra es referencia constante de varias generaciones, ¿sos y te identificás como un prócer del rock?
- No me gustan demasiado los “motes”. Me halagan muchas veces mencionándome y soy conciente de lo que uno ha hecho y hace en el campo de la cultura, pero pongo toda mi energía en el presente. Tener una trayectoria extensa como la mía, te permite una congratulación espiritual muy plena, pero es también una gran responsabilidad.
- Tu compromiso artístico se expresa hasta en Melopea, tu sello propio, ¿cuáles son las metas a futuro?
- Esta es una tarea que nunca termina, porque funciona medio circular. Mientras vas logrando cosas, también estás madurando, y se te ocurren otros objetivos de realización. Siempre estoy pensando en el “nuevo disco” y en producciones no realizadas. Todo esto siempre ha sido para mí, como una manera de vivir. Ahora luego de dos años obligados a no salir de gira, hemos comenzado a salir de a poco con este quinteto: Ariel Minimal (Pez ) en guitarras y canto, los hermanos Nica y Tomás Corley (Los Reyes del Falsete) en guitarra y batería respectivamente y voces tambien, y el tucumano Leopoldo Deza (Mate de Luna) en flauta y teclados. Lateralmente también estoy haciendo presentaciones en lugares más pequeños, solo al piano y canto, tipo el desarrollo de un Song Book de mis canciones.
- ¿De qué forma se está trabajando actualmente, extrañas algo de como era antes?
- Encuentro grandes diferencias, pero no extraño, porque mi esencia está dentro de mi cabeza y mi corazón. Hoy día noto que, a pesar de los grandes adelantos tecnológicos y todo el tiempo pasado, existe un gran vacío cultural. Esto, en parte, se debe a que las sociedades tienen puesta la mayor parte de su atención en las cuestiones materiales.
- ¿El acceso a la tecnología facilita el trabajo artístico?
- La tecnología te ahorra algo de tiempo en algunos casos, pero que no están relacionados con lo creativo. Esos que creen o divulgan que “ahora con un aparatito toca cualquiera…”, no es cierto. La creación estética para ser considerada digna y original, pasa por los mismos estadios que siempre tuvo. Además está también el material creado exclusivamente para su explotación comercial, pero eso nada tiene que ver con el Arte.
- Tenés una larga y prolífica relación con Leo Deza, ¿como se construyó y por qué?
- Lo conocí a sus 20 años, cuando siendo yo jurado de un concurso de música popular, elegí a su grupo Mate De Luna, porque me resultó original la fusión que realizaban con nuestro folklore. De aquí en más, muchas veces lo invité a participar como músico sesionista de algunos discos y luego ya lo ayude a producir otros de su autoría. Todo esto hasta hace poco tiempo, que grabamos un disco a dúo, por el puro placer de hacerlo (“Canciones de Tucumán a Rosario”). Este álbum se lo propuse porque luego de ir escuchando a menudo sus composiciones, me apareció un día con canciones que tenían letra. Una cosa nueva para él. Y eran muy lindas. Entonces le dije, hagamos un disco pergeñado entre los dos, pero dándole un gran acento a estos temas tuyos con letra. Todo esto hace que cuando organizo alguna banda para salir a tocar en vivo, lo convoco. Necesito tocar con gente que me guste lo que hacen y que ellos también aprecien lo que escribo.
- ¿Te consideras un abridor de puertas a los nuevos músicos?
- Solo trato de darle una mano a los que valoro, siempre dentro de mis posibilidades.
- ¿Qué te interesa de lo que está sonando?
- Parece increíble, pero creo que cada vez hay mejor música en todo el mundo, pero los medios hegemónicos se empeñan en divulgar la de menor valía. Siempre con esa cosa de “buscar el éxito” instantáneo. Me aburre un poco todo eso. Me interesan los músicos que luchan por tener prestigio y no solo para ser famosos.
- ¿Estás vinculado con artistas emergentes del interior?
- Siempre estoy vinculado con gente del interior, yo soy del interior (ríe). Gente de mi ciudad, Rosario, de Córdoba, de Santiago del Estero, de Tucumán mismo…
- ¿Cuál es el espacio que tienen los nuevos géneros en tu creación actual?
- No me interesan demasiado los géneros. Tan solo me interesa en cualquiera sea el estilo, que el resultado tenga originalidad, belleza estética, accionar armónico, polirritmias, contrapuntos y todo eso que finalmente hace a la música.