Mitos sobre el café y el vino tinto que quizás creés que son ciertos

Mitos sobre el café y el vino tinto que quizás creés que son ciertos

Sobra información de alimentos con efectos “protectores” para la salud y con “virtudes nutricionales”. Sin embargo, los consejos dietéticos sobre muchos parecen estar cambiando todo el tiempo.

BENEFICIO. Dos o tres tazas de café al día prolongan la expectativa de vida, según investigaciones. BENEFICIO. Dos o tres tazas de café al día prolongan la expectativa de vida, según investigaciones.

Dos de las sustancias alimenticias más estudiadas por sus efectos en la salud humana son el café y el vino tinto. Y sobre estos se nos ha dicho tanto que pueden tener un impacto dañino y perjudicial o que pueden ser beneficiosos y protectores de la salud.

Para saber qué dicen los estudios, BBC Mundo consultó a dos científicos, que nos brindan los últimos descubrimientos sobre este tema.

Café y mortalidad

Esa taza matutina de café que forma parte de nuestra rutina diaria puede estar alargándonos la vida. O al menos esa es la conclusión de un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, que siguió a casi 200.000 personas durante 10 años.

Los investigadores encontraron que los que bebían de 1,5 a 3,5 tazas de café al día -incluso con una cucharadita de azúcar- tuvieron hasta 30% menos probabilidades de morir durante la década del estudio que quienes no bebían café.

Para los que bebían café sin azúcar el riesgo de morir fue de entre 16 y 21% menos. Y quienes menos riesgo de muerte tuvieron durante el periodo del estudio fueron los que tomaban tres tazas de café al día.

No es el primer estudio que encuentra una reducción en el riesgo de morir entre quienes toman café. En 2018 otro estudio que siguió a más de 500.000 personas durante 10 años también encontró una reducción de 16% en el riesgo de muerte prematura.

Y varios estudios encontraron esa reducción incluso entre quienes bebían café descafeinado, lo que sugiere que el beneficio proviene de algunos de los miles de compuestos que contiene el café.

¿Estamos equivocados?

Mucha gente, sin embargo, sigue pensando que el café es perjudicial. ¿Hemos estado equivocados? “Desde hace ya bastante tiempo, nuestra perspectiva sobre el efecto del café en la salud ha cambiado radicalmente”, afirma la doctora Esther López-García, profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. “A partir de 2003 se empezaron a realizar estudios en grandes poblaciones, en las que se medía el consumo de café de forma habitual durante años y se veía cómo afectaba al riesgo de muerte prematura, enfermedad cardiovascular o diabetes tipo 2”, agrega.

“Se vio que, si se ajustaba correctamente por factores que también afectaban a la salud, como el consumo de tabaco y alcohol, el consumo habitual de café no tenía efectos perjudiciales. Hasta se vio que era beneficioso para prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2 e ictus -continúa la experta-. Se vio también que los efectos perjudiciales de la cafeína no se mantienen en los consumidores habituales, que desarrollan tolerancia a esta sustancia, y entonces, los efectos beneficiosos de otros componentes del café tienen más impacto en la salud”.

Efectos protectores

En los numerosos estudios que se han hecho sobre el café ha surgido evidencia sobre posibles efectos protectores contra la enfermedad de Parkinson, y sobre que protege contra el deterioro cognitivo en general, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Pero las evidencias más sólidas son para la diabetes tipo 2.

“Se sabe que no es perjudicial para las enfermedades cardiovasculares y tampoco para el cáncer de mama. Y se piensa que la cafeína reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, pero los resultados no están todavía claros”, subraya López-García. La especialista explica que los efectos beneficiosos del café se deben fundamentalmente a uno de sus antioxidantes: el ácido clorogénico.

“Es un antioxidante que tiene muchos efectos beneficiosos en el metabolismo de la glucosa. También contiene otras sustancias, como magnesio, que es un mineral con numerosos efectos en la salud”, señala.

Mala imagen

Quizás parte de la mala imagen que ha tenido el café en el pasado se debe a que en algunas personas la cafeína puede provocar ansiedad o insomnio.

Hoy en día el consumo de café, sin azúcar, se recomienda como bebida saludable en muchas guías alimentarias. Pero, en personas que sufren determinados problemas de salud, estos pueden empeorar con el consumo de café. Puntualmente, insomnio, ansiedad, hipertensión no controlada, reflujo gastroesofágico o arritmias cardiacas.

¿Protege el vino?

El vino tinto a menudo ha sido presentado como la cara saludable del alcohol, y que una copa ocasional está asociada a una mejor salud cardiovascular debido a sus efectos protectores para el corazón.

Mitos sobre el café y el vino tinto que quizás creés que son ciertos

Pero en enero de este año la Federación Mundial del Corazón publicó una revisión de investigaciones en la que muestra que el alcohol definitivamente no es bueno para la salud cardiovascular. “En las últimas décadas, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares (ECV) casi se ha duplicado -señala el informe-, y el alcohol ha jugado un enorme papel en la incidencia de muchas de ellas”.

La organización destaca: “durante más de 30 años ha habido un extendido mensaje que ha promovido el mito de que el alcohol prolonga la vida, principalmente al reducir el riesgo de enfermedad coronaria. Pero el riesgo debido al consumo de alcohol se incrementa para la mayoría de las ECV y para muchas otras enfermedades”.

El doctor Miguel Marcos Martín, investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca y profesor de la Universidad de Salamanca, afirma: “existen estudios que relacionan el consumo de alcohol con posibles beneficios para la salud, con resultados controvertidos y no concluyentes, pero no podemos olvidar que otros muchos estudios demuestran claramente que es una sustancia con muchos efectos perjudiciales incluso a bajas dosis”.

“Por todo ello, en este momento no se puede recomendar el consumo de ninguna cantidad de alcohol o tipo de bebida por motivos de salud”, agrega.

“Aunque fuera cierto que el vino tiene un efecto protector contra algunas enfermedades, no podemos olvidar los efectos secundarios que produce. Las bebidas alcohólicas producen dependencia, cirrosis hepática, pancreatitis, etcétera”, advierte.

El argumento de los supuestos efectos protectores del vino en la salud cardiovascular se basa en el resveratrol, que forma parte de un grupo de compuestos llamados polifenoles. Se cree que estos actúan como antioxidantes, protegiendo el organismo contra el daño celular que puede aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer y las ECV. Pero, según aclara el médico, se necesitarían cantidades mucho más altas de este compuesto que las que se encuentran en unas copas de vino para obtener esos efectos en la salud.

“No está demostrado, sin embargo, que la administración de estas sustancias por separado tengan un efecto positivo sobre la salud a largo plazo, por lo que está todavía menos claro que su ingesta, en las pequeñas cantidades contenidas en el vino, pueda ser beneficioso para la salud”, subraya.

Consumo moderado

Mucha gente suele pensar que el alcohol causa el mayor daño a la salud cuando se bebe en exceso. Pero en realidad, incluso beber moderadamente, como una copa de vino todos los días, puede tener un impacto perjudicial en el organismo. “El consumo de alcohol a pequeñas dosis (por ejemplo, una copa de vino o una cerveza) está asociado con un pequeño incremento del riesgo de desarrollar tumores (de cabeza y cuello, de mama o de colon) así como de otras enfermedades como la fibrilación auricular (una arritmia muy frecuente)”, señala el doctor Marcos Martín. “Afortunadamente, consumir en pequeña cantidad se asocia también con escasos riesgos, pero todo suma”, añade.

Lo principal, asegura el experto, es no creer que beber vino es bueno para la salud. “En este momento, la evidencia científica lo que permite afirmar es que lo mejor para la salud es consumir la menor cantidad de alcohol posible”, concluye.

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