La juez federal María Eugenia Capuchetti recibió nuevas pruebas en el marco de la investigación por el intento de asesinato contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Por esta razón, la magistrada ordenó que se amplíe la indagatoria al principal acusado del caso, Fernando Andrés Sabag Montiel, el hombre detenido el jueves pasado después de haberle gatillado a la ex jefa de Estado a pocos centímetros de distancia.
Capuchetti resolvió avanzar con esta medida a pedido del fiscal Carlos Rívolo, en base a las nuevas pruebas recolectadas en los últimos días, consignó Infobae.
Sabag Montiel había sido imputado formalmente en la noche del viernes en la sede de la calle Cavia, donde se encuentra arrestado. En ese momento, eligió el silencio pero avisó que podía pedir declarar más adelante.
Las pruebas en contra del imputado se fueron acumulando. No solo por las cámaras de seguridad que se aportaron al expediente y que lo muestran ese día junto a su novia Brenda Uliarte, quien también está detenida.
También porque en las últimas horas se presentaron a declarar como testigos cinco amigos de la pareja que dejaron sus teléfonos para ser analizado. Estos testimonios podrían comprometer a la pareja, señalaron fuentes de la investigación. Habrá que esperar lo que surja del análisis preciso del contenido de esos teléfonos para establecer si alguien más puede ser imputado.
La pareja, en la mira de la Justicia
Por lo pronto, la pesquisa solo señala a Sabag Montiel y a Brenda Uliarte, que esta tarde será indagada por Capuchetti.
La joven fue detenida en la noche del domingo en la estación ferroviaria de Palermo, minutos después de que la jueza dictara el secreto de sumario en base a la nueva prueba incorporada al expediente. Las cámaras mostraron a Uliarte moviéndose junto a Sabag Montiel durante todo el jueves, incluso en la esquina de Juncal y Uruguay, en el momento del intento de magnicidio.
Sabag Montiel, de 35 años, fue detenido en la noche del jueves, segundos después de haber apuntado un arma Bersa calibre 32 en la cara de la Vicepresidenta. El arma tenía cinco balas, pero no llevaba ninguna en la recámara. Cuando el acusado gatilló dos veces, la bala nunca salió. De inmediato fue llevado a la sede policial de Cavia donde quedó alojado desde entonces.
Las pruebas de ADN confirmaron que había ADN de Sabag Montiel en el cargador, la empuñadura y el gatillo del revolver Bersa 32, que tenía cinco balas cargadas. Al no haber bala en la recámara, cuando el acusado accionó el armas, dos veces, el tiro no salió. La vicepresidenta declaró que no se dio cuenta que había sido víctima de un intento de asesinato. La labor de sus custodios, que tampoco se habrían dado cuenta, quedó bajo la mira de la Justicia.