La detección de legionella asociada a instalaciones de agua caliente sanitaria de viviendas particulares no es habitual, pero puede suceder. El brote de neumonía bilateral ocasionada por esta bacteria en el sanatorio Luz Médica despertó las alarmas del Sistema de Salud provincial y de la sociedad en general.
Tanto las instalaciones del sistema de cañería como de refrigeración constituyen un ambiente propicio para la proliferación de la bacteria Legionella y resulta conveniente conocer algunas recomendaciones orientadas a prevenir posibles infecciones. Si bien no es común identificar casos de la “enfermedad del legionario” asociados a los circuitos de agua de los domicilios privados, vale la pena estar atentos y tomar las medidas de precaución correspondientes.
Para que una instalación pueda ser una fuente de infección debe propiciar la multiplicación de la bacteria y generar aerosoles. Las instalaciones interiores de agua caliente sanitaria ubicadas en edificios dedicados al uso exclusivo de viviendas particulares no se encuentran dentro del ámbito de la normativa sanitaria para la prevención y el control de la legionelosis. Sin embargo, pueden constituir un ambiente propicio para la proliferación de la bacteria y algunos sectores, como las duchas, son un punto clave.
Recomendaciones sanitarias
Revisión de la instalación
1- Evitar el estancamiento de agua en las tuberías y en los calentadores de gas o eléctricos durante períodos de tiempo superiores a una semana. Realizar limpiezas periódicas para favorecer la renovación del agua y dejarla correr un tiempo antes de utilizarla.
2- Revisar que en la instalación no haya tramos de tubería ciegos ni puntos muertos donde el agua quede estancada.
3- Revisar periódicamente el estado de conservación y limpieza de grifos y duchas para que no aparezcan calcificaciones ni otras incrustaciones.
4- Comprobar periódicamente que la temperatura del agua caliente sanitaria llegue a 50 grados en las duchas. En el caso de detectar temperaturas inferiores se debería revisar el correcto funcionamiento de la instalación.
5- Comprobar periódicamente que la temperatura del calentador de gas o eléctrico sea superior a 60 grados, en caso de que el calentador acumule agua.
En el caso de otros lugares como sanatorios y hospitales, es necesario realizar análisis de legionella en las instalaciones para ayudar a conocer el riesgo potencial. Estos análisis deben realizarse por laboratorios acreditados.
Limpieza y desinfección de la instalación
Para ello es necesario:
1- Elevar la temperatura del calentador a 70 grados al menos dos horas y posteriormente abrir de manera secuencial todos los grifos y duchas durante 5 minutos, asegurándose de que la temperatura a la que sale el agua supera los 60 grados.
2- Los elementos desmontables, como duchas, deben limpiarse a fondo para eliminar las incrustaciones y desinfectarlos. Para la desinfección se deben sumergir estos elementos en una solución de 20mg / l de lejía durante 30 minutos y posteriormente enjuagar con agua.
3- Si los elementos no se pueden desmontar, se pueden cubrir con un paño impregnado de la misma solución durante 30 minutos.