Cristina, en un auto blindado

El intento de magnicidio del jueves llevó a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, a reforzar su sistema de seguridad. Por caso, a partir del viernes último, la también titular del Senado comenzó a moverse en un auto blindado que forma parte de la flota presidencial. El vehículo fue cedido por el jefe de Estado Alberto Fernández y acondicionado especialmente para que su compañera de fórmula incremente la seguridad personal. Cristina Kirchner utilizaba autos blindados durante su Presidencia. La entonces jefa de Estado se movilizó en un Audi A8L, una limousine Segmento F que pertenecía a VW Argentina y que fue cedido por esa automotriz para uso presidencial. El A8L 4.2 FSi Quattro que es un auto de 5,27 metros de largo y la letra “L” identifica a la versión con carrocería “Limousine”, porque tiene una distancia entre ejes extendida en 13 centímetros con respecto al A8 normal (para ofrecer más espacio a los pasajeros de las plazas traseras).

Los expertos coinciden en que hubo al menos tres faltas graves en los protocolos. En primer lugar, no se dispusieron los anillos de protección necesarios para establecer distancia entre la vicepresidenta de la Nación y las personas que se le acercaron. El segundo punto que se observa como falla es el rol del personal civil y uniformado que integraba el cordón exterior de la Policía Federal y que, según los especialistas, no prestó demasiada atención al entorno, más allá de la laxitud con la que se mueve Cristina entre sus simpatizantes. El tercer aspecto es la conducta de los custodios: no alcanzaron a cubrir la integridad de la vicepresidenta de la Nación con sus cuerpos y armar un pasillo de evacuación, con el fin de sacarla del foco de conflicto o crisis.