El ataque contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, llevó a que las autoridades de Brasil reforzaran la seguridad de los candidatos a la presidencia en las próximas elecciones del 2 de octubre, en especial de Jair Bolsonaro, actual mandatario, y Luiz Inacio Lula Da Silva, su principal oponente.
La campaña electoral para los comicios, que se llevarán a cabo en menos de un mes, está enmarcada en un clima de tensión y polarización entre los dos principales aspirantes: Bolsanaro y Lula. Por tal motivo, los encargados de la seguridad de los dos candidatos decidieron revisar los protocolos en la recta final de la campaña.
Paulo Teixeira, uno de los jefes de campaña de Lula, dijo a la agencia británica Reuters que "Debemos analizar con detenimiento este aumento de la violencia política en nuestro país, que es azuzada por el actual presidente", en referencia a Bolsonaro.
Horas antes, el expresidente Lula había dicho en la red social twitter que "esta violencia y odio político azuzado por algunas personas es una amenaza a la democracia en nuestra región".
Antes de las elecciones de 2018, que llevaron a la presidencia a Bolsonaro, éste fue apuñalado por un hombre, luego declarado inimputable por la justicia brasileña.
Bolsonaro, herido a la altura del hígado, fue operado de urgencia y tras su recuperación ganó las elecciones de ese año, consignó el sitio Noticiasargentinas.com