Las imágenes del atentado que sufrió la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la noche del jueves causaron conmoción y dieron vueltas al mundo. El atacante, identificado como Fernando André Sabag Montiel, le gatilló a la ex presidenta a centímetros de la cabeza, pero el disparo no salió a pesar de que la Bersa .380 estaba cargada. Pero, ¿qué más se sabe del detenido y -hasta ahora- único sospechoso por el intento de magnicidio?
Sabag Montiel, apodado como “Tedi”, es de nacionalidad brasileña y tiene 35 años. Contaba con un antecedente por portación de armas no convencionales, fechado el 17 de marzo de 2021. Ayer la Policía Federal allanó su domicilio en el partido bonaerense de San Martín y secuestró 100 proyectiles calibre 9 milímetros. Además, por la tarde, las pericias psicológicas concluyeron que el acusado de homicidio agravado en grado de tentativa está ubicado en tiempo y espacio y que al momento del ataque sabía lo que hacía, por lo que se encuentra en condiciones de declarar ante la jueza María Eugenia Capuchetti.
Órdenes ocultas
En sus redes sociales se presentaba como “Fernando Salim Montiel”. Allí se podían ver sus intereses y las páginas a las que estaba suscripto, muchas de ellas ligadas a grupos radicalizados o de odio. Durante la madrugada del viernes, mientras se encontraba detenido por la tentativa de homicidio, sus perfiles fueron dados de baja.
Entre otras páginas, Sabag Montiel seguía varios sitios que se presentan como “logias” u “órdenes masónicas”. También tuvo interacciones con páginas de “Comunismo satánico”, “ciencias ocultas herméticas” y “coach antisicópatas”.
Además, hay otras que aluden a la creencia “Wicca”, una religión neopagana, a la que se le atribuyen vínculos con la brujería y otras religiones antiguas.
El agresor también estaba vinculado con grupos de odio en sintonía con la ideología neonazi, según reprodujeron distintos diarios porteños.
“Sol Negro”
De las fotos que tenía publicadas el atacante en su perfil de Instagram hay una que se destacó por un detalle: el tatuaje que mostraba en su brazo, a la altura del codo. El símbolo es conocido como “Sol Negro” (Schwarze Sonne en alemán) y es una combinación de los tres símbolos más relevantes de la ideología nazi: la rueda solar, la esvástica y la runa de la victoria -una letra del abecedario empleado por las antiguas tribus germánicas.
La introducción del símbolo al nazismo llegó de la mano de Heinrich Himmler, el jefe máximo de las Schutzstaffel (SS), la organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio del Führer. Este jerarca, fascinado con el ocultismo, solía buscar vínculos místicos que justificaran la filosofía racista de su gobierno.
Se pensaba que el “Sol Negro” representaba la sabiduría y fuerza de la raza aria. En los 90, volvió a cobrar importancia entre simpatizantes de extrema derecha. No sólo era un símbolo de salvación y reconocimiento, sino también un sustituto de la esvástica, prohibida en numerosos países luego de la caída del Tercer Reich, informó la cadena británica BBC.
Otras figuras
Hay otros dos símbolos vinculados a los neonazis que tiene tatuado el atacante en los dorsos de sus manos: la Cruz de Hierro y el Martillo de Thor. La primera de las marcas fue una condecoración militar del Reino de Prusia y posteriormente de Alemania, concedida por actos de gran valentía o por méritos en el mando de las tropas. La figura del Martillo de Thor, en tanto, fue tomada de la mitología nórdica y apropiada por los grupos neonazis. Es otro símbolo que, a partir de las apropiaciones del III Reich, pasó a relacionarse con los radicalizados.
En el perfil de Instagram de Sabag Montiel también se vieron fotografías junto a distintos personajes de mediáticos o famosos. Además, él apareció dos veces en “Crónica TV” en las últimas semanas. En sus intervenciones, ante móviles del canal en la calle, apareció con fuertes críticas a los planes sociales y cuestionamientos a la clase política. También planteó la extradición de los extranjeros.
“No tenía nada que perder”: un amigo de “Tedi” lo definió como un marginal
Un joven llamado Mario, quien dijo ser uno de los mejores amigos de Sabag Montiel, contó algunos aspectos de la vida de “Tedi”, como lo conoce su círculo íntimo. En diálogo con el ciclo “A la Barbarossa” (Telefé), dijo que solía andar en “cosas turbias”. Relató que, desde los 18 años, “Tedi” se aferró mucho al evangelismo y buscó otros grupos de pertenencia. Atribuyó una exacerbación de su personalidad al duelo por la pérdida de su madre: “desde que la mamá falleció hace algunos años, él era un marginal que no tenía nada que perder; y por eso a algunos nos sorprendió y a otros no, esto que pasó”.