La legionella se asocia a brotes relacionados con sistemas hídricos artificiales mal mantenidos, en particular torres de enfriamiento o condensadores de evaporación utilizados para sistemas de acondicionamiento de aire y refrigeración industrial, sistemas de agua fría y caliente en edificios públicos y privados, e instalaciones de hidromasaje.
Por eso es especialmente peligrosa en lugares como hospitales, con personas vulnerables, u hoteles, con alta concentración de público, informe Efe Salud. Investigan si se trata de la causa del brote de neumonía bilateral en Tucumán.
Transmisión
La forma de transmisión más frecuente de legionella es la inhalación de aerosoles contaminados procedentes de torres de enfriamiento para aire acondicionado, sistemas de agua fría y caliente, humidificadores e instalaciones de hidromasaje.
La infección también puede producirse por aspiración de agua o hielo contaminados, sobre todo en pacientes hospitalizados vulnerables, o por exposición del recién nacido durante los partos en el agua. No hay transmisión directa de persona a persona.
Incubación de la legionella
La legionelosis tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días (aunque en algunos brotes se han registrado periodos de hasta 16 días) en el caso de la neumonía y de pocas horas hasta un máximo de 48 horas en el caso de la Fiebre de Pontiac.
Síntomas
La forma no neumónica (Fiebre de Pontiac) es una enfermedad aguda de resolución espontánea que se manifiesta con síntomas similares a los de la gripe y remite generalmente al cabo de 2 a 5 días. Los síntomas principales son fiebre, escalofríos, cefalea, malestar general y dolor muscular. No se suele asociar la muerte a este tipo de infección.
La Enfermedad del Legionario, la neumonía, cursa inicialmente con fiebre, pérdida de apetito, cefalea, malestar general y letargo. Algunos pacientes también refieren dolor muscular, diarrea y confusión.
Tratamiento de la legionelosis
Actualmente, no hay ninguna vacuna disponible contra la legionelosis. La Fiebre de Pontiac es autolimitada y no necesita intervención médica, ni siquiera antibióticos.
La Enfermedad del Legionario o neumonía necesita siempre tratamiento antibiótico una vez que se ha establecido el diagnóstico.