“Continúa la asistencia respiratoria mecánica, pero están estables”, decía Alejandro Lembo, director de Luz Médica, el sanatorio en donde se habrían originado los contagios de la enfermedad aún desconocida. Pocas horas después de su declaración se dio a conocer que uno de los dos internados (los otros dos internados están en otra institución) falleció.
En las últimas horas, el Ministerio de Salud Pública de Tucumán confirmó que se detectó un brote de neumonía bilateral en seis pacientes aunque también informó que todavía no se pudo establecer el origen y la etiología.
La mañana de ayer en las afueras del hospital estuvieron envueltas en una nube de nervios. Las autoridades de la institución amanecieron con la muerte de un hombre internado, fallecimiento que se lo adjudicaron a un “paro respiratorio”, según explicó Gabriela Guzmán, hija del fallecido. Gabriela, sin embargo, duda de esta afirmación e hizo una denuncia por muerte dudosa.
Más tarde, las pocas personas que se acercaron al lugar se quejaron de que no podían ver a sus familiares internados en terapia intermedia (sin relación con los casos de la “enfermedad desconocida”) por la situación que se vive. “Quiero ver a mi papá que está internado en terapia intermedia y me filman con todas las cámaras de los medios. No me dejan ingresar por todo lo que se generó en la provincia con estos casos. Yo sólo quiero ver a mi papá y no me dejan”, reclamó una joven desde afuera del edificio.
Además, no permitían el ingreso al sanatorio debido a una inspección sanitaria que llevaba a cabo el Sistema Provincial de Salud (Siprosa).
Lembo, ante este contexto, trató de llevar calma cuando, pasado el mediodía, habló con la prensa desde la puerta de Luz Médica. “Primero hay que transmitir tranquilidad porque es una situación controlada, no ha surgido otro brote”, aclaró.
“Después -continuó- queda trabajar en el sentido científico y hacer una transmisión de tipo oficial de lo que está ocurriendo, porque recibimos diferentes comentarios a través de las redes sociales de situaciones que no son ciertas y que transmiten temor a la sociedad. Por eso el mensaje que quiero transmitir es que estamos trabajando junto con el Ministerio de Salud, que créanme que es muy serio y trabaja muy bien, y se han tomado todas las muestras y requerimientos necesarios para que, si surge algo que realmente tenga un nexo con todo esto, tomemos los recaudos y lo transmitamos a la sociedad”.
Denuncia
Nueve días pasaron desde la última vez que Gabriela Guzmán, hija de Lorenzo Guzmán, había visto a su papá, fue el 22 de agosto, cuando lo llevó porque necesitaba asistencia médica luego de que su caso de Covid-19 haya empeorado dos días después del contagio. Lo volvió a ver ayer, a la mañana, pero Lorenzo ya había fallecido. En el medio no sabe qué pasó.
“A él lo internan el 22 por un cuadro de Covid y estuvo grave el lunes, martes y miércoles. Pero el jueves empieza a mejorar y el viernes me dijeron que ya estaba bien”, contó Gabriela, que a esa altura se emocionaba por la recuperación de su papá.
El día siguiente la llamó una médica a las 9 para avisarle que busque a su padre porque iban a darle el alta. Gabriela ya imaginaba a su papá en casa de nuevo con ella hasta que, cerca del mediodía, la llamaron nuevamente para avisarle que mejor esperar un día más hasta que un urólogo le cambie una sonda vesical.
“El urólogo no llegó el domingo, ni el día siguiente. El lunes me llamaron para avisarme que estaba deshidratado y desorientado”, dijo su hija.
Finalmente, ayer a las 5.30 la despertó una llamada desde el sanatorio. Era el portero diciéndole que solicitaban que se apersone cuanto antes. A Gabriela se le ocurrió lo pero, pero todavía le quedaba esperanza. “Pensábamos que no, que tal vez nos llamaban para darle el alta por toda la situación que está pasando el sanatorio”, afirmó.
Al llegar se enteró de lo peor: le avisaron que Lorenzo murió por un paro respiratorio. Cuando transcurría por la angustia del shock inicial se le acercó una empleada del sanatorio, que ella desconoce, se le acercó para sugerirle que haga la denuncia, que esa no había sido la causa de la muerte. “Me quedé quieta y la miré. No me dijo nada más”, recordó.
Algo ya sospechaba. Cuando entró y lo vio notó que tenía los brazos y las piernas lastimadas, los pies con moretones. Llamó a su abogada, hizo la denuncia, fue un médico forense y los bomberos para llevarse el cuerpo y que le realicen la autopsia. “No me quisieron entregar el cuerpo ni el historial clínico”, dijo y esperó, hasta que el forense y los bomberos se fueron.
Cuando Lembo terminó de hablar con la prensa recibió a Gabriela. “Lo único que me dijo es que era un paciente de 84 años, que entró por Covid y que lamentablemente un paciente de esa edad con comorbilidades puede morirse”.
Al cuerpo se lo entregaron a las 14.30, lo llevaron a la morgue para realizar la autopsia, pero no pudieron hacerlo porque para eso necesitaban que el fiscal tenga la historia clínica, algo que nunca le llegó, según le dijeron a Gabriela.
Denuncia
Gabriela Guzmán fue a la Justicia
El caso de Lorenzo Guzmán, que falleció ayer a causa de un paro respiratorio, fue denunciado en la Comisaría I debido a que su hija, Gabriela Guzmán, no creía la causa de muerte que que adujeron en el sanatorio. La denuncia entró en la Fiscalía de Decisión Temprana, y de ahí la enviaron a la Fiscalía de Homicidios.
Pero no es la primera vez que Gabriela denuncia al hospital. Lo hizo también en marzo de este año por una presunta mala praxis cuando atendieron a su papá. “Entró por una afección respiratoria y caminando, y salió en silla de rueda y con una sonda vesical. Esa denuncia entró en el Juzgado Civil y Comercial, en la Séptima Nominación, pero se declaró su incompetencia, así que la pasaron a otra nominación”, indicó Angélica Chaín, abogada de Gabriela Guzmán.
Una posibilidad
Se llegó a hablar de legionella
El origen de las infecciones que generaron neumonía bilateral en el sanatorio continúa siendo un misterio, pero los especialistas ya trabajan sobre algunas sospechas. Una de las posibles enfermedades que consideran es la legionella o legionelosis. Se trata de una afección causada por la bacteria Legionella pneumophila, que presenta dos formas clínicas totalmente diferenciadas: la infección pulmonar o “enfermedad de legionario”, que se caracteriza por generar una neumonía con fiebre alta; y la forma conocida como “fiebre de Pontiac”, que se manifiesta como un síndrome febril agudo. El desarrollo de la legionella puede ir desde una tos leve hasta una neumonía de carácter grave que cause la muerte, provocada por una progresiva falta de aire en los pulmones, conmoción e insuficiencia multiorgánica.