EN PLENA TAREA. Peritos analizan la camioneta que fue recuperada.
Después de un feroz tiroteo, personal de la ex Brigada de Investigaciones detuvo a cuatro sospechosos de integrar un grupo que se habría especializado en “entraderas” y en el robo de vehículos para venderlos en otras provincias o intercambiarlos por droga en Bolivia. Conocida como “La banda del Chileno”, porque su líder es oriundo de ese país y tiene un pedido de captura nacional e internacional.
El 18 de agosto varios hombres ingresaron a una casa de pasaje Paraná al 1.800 (jurisdicción de la seccional 6ª). Mientras revisaban la vivienda, llegaron los propietarios y fueron reducidos y golpeados por los ladrones, que se llevaron varios electrodomésticos, los ahorros de la familia y una camioneta Toyota Hilux blanca.
El lunes por la noche, en un control de rutina, los hombres de Robos y Hurtos, al mando de los comisarios Marcos Morante, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, intentaron detener una camioneta similar a la robada, en la que se trasladaban tres hombres. Al verla sospecharon que la patente estaba adulterada.
“Los sospechosos, lejos de detenerse, comenzaron a disparar contra nuestros hombres. Se inició una persecución que terminó cuando ingresaron a un monte que está detrás del ex Arsenal. Logramos detener a Víctor Antonio García”, explicó el jefe de la ex Brigada, Jorge Dib. “Pero mientras los otros efectivos buscaban a los cómplices, ubicaron otro vehículo con tres hombres y una mujer. No supieron explicar qué hacían ahí. Cuando requisamos la camioneta, encontramos documentación del auto, por lo que tenían alguna vinculación. Sospechamos que Héctor Barra Troncoso, Miguel Sotelo y Federico Álvarez habían ido a buscarlos”, añadió el comisario. El fiscal Diego López Ávila ordenó entonces la aprehensión de los cuatro hombres.
En la audiencia realizada ayer, el auxiliar Gabriel Veglia, con instrucciones de López Ávila, acusó a los detenidos de integrar una asociación ilícita que se habría dedicado a varios ilícitos de estas características en el Gran San Miguel de Tucumán desde julio hasta su detención.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal sostuvieron que los acusados cometían “entraderas” y que, además de quedarse con las joyas y el dinero de las víctimas, se apoderaban de los rodados. “Estamos investigando porque creemos que adulteraban la documentación de los vehículos y luego los comercializaban”, explicó López Ávila. Pese a que no lo comentó, los agentes no descartan que los hayan trasladado hasta Bolivia para cambiarlos por drogas.
Barra Troncoso, el supuesto líder de la banda, negó la acusación en su contra. Relató que arribó hace dos meses a la provincia y que reside en una vivienda que alquila, pero no pudo explicar cuál era su dirección. Sin embargo, los pesquisas descubrieron que el chileno, después de haber sido condenado a 18 años por un robo agravado en la provincia de Río Negro, se fugó. Cuando estaba por ser expulsado del país por esa condena, se escapó de la cárcel donde estaba detenido con la colaboración de cómplices que dispararon contra los guardiacárceles.
El acusado, de acuerdo a la investigación, habría viajado de provincia en provincia formando bandas para cometer ilícitos. Ayer trascendió que en San Juan lo estaban buscando.
La jueza Isabel Méndez rechazó que se los imputara por asociación ilícita, pero sí aceptó que se los acusara por atentado y resistencia a la autoridad, robo agravado, abuso de arma de fuego y encubrimiento. Finalmente terminó dictándoles la prisión preventiva por cuatro meses a los cuatro acusados.
