Por Nahuel Toledo
31 Agosto 2022
ACUERDO. El oficialismo combinó los dictámenes para avanzar en la aprobación. archivo
1. Sanción legislativa
Mayoría a favor
Tuvieron que pasar 16 años para que la provincia de Tucumán se adhiera a la Ley Nacional de Educación Sexual Integral (ESI, N°26.150). Después de un encendido debate, que se extendió durante más de una hora y media en el recinto de la Legislatura, la mayoría de los legisladores presentes decidieron aprobar la iniciativa que llegaba con dos dictámenes. Se trata de una normativa que rige a nivel nacional desde 2006, cuando fue aprobada por el Congreso de la Nación y promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Desde entonces, había sido implementada por la mayoría de los distritos del país.
2. Texto consensuado
Acuerdo en el oficialismo
Aunque el dictamen de mayoría, impulsado por la legisladora Sara Alperovich (Hacemos Tucumán), se terminó aprobando, la iniciativa original sufrió una modificación durante la votación por lo que además de plantear la adhesión a la Ley Nacional 26.150 la Legislatura también tuvo en cuenta la propuesta del legislador Gonzalo Monteros (Frente de Todos) mediante la cual el Ministerio de Educación de la Provincia, órgano de aplicación de la ley, tendrá en cuenta para la formulación de los contenidos “a los distintos actores de la sociedad”. Por lo tanto, el texto aprobado por los legisladores provinciales adhiere a la Ley N°26.150, pero también remarca que “la Educación Sexual Integral debe incluir a los padres en sus programas”. Y agrega: “A tales efectos, la Autoridad de Aplicación, deberá garantizar la oferta de actividades y lugares dispuestos para la formación, reflexión y consulta para padres, madres, tutores y/o responsables legales, respetando el proyecto educativo institucional de cada comunidad educativa”.
3. ¿Qué cambia en la provincia?
Marco normativo
Durante el debate legislativo, los legisladores que se mostraron a favor de la sanción aseguraron que la implementación de la ESI implica un cambio de paradigma en el sistema educativo y remarcaron que a partir de la adhesión a la normativa nacional, la provincia pasará a contar con un marco de regulación legal obligatorio para que la ley no dependa de los funcionarios de turno. El titular del Ministerio de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, celebró que la provincia haya avanzado en este sentido y en diálogo con LA GACETA Play manifestó que la ESI “representa la herramienta vital que tenemos desde lo educativo, para combatir el abuso sexual, la violencia de género y toda forma de discriminación”. El titular de la cartera educativa sostuvo también que esta ley viene a impulsar y profundizar el trabajo que realiza el ministerio, dándole participación a las familias con mecanismos participativos y el respeto a las idiosincrasias. En cuanto a la implementación, bajo lineamientos ministeriales las escuelas incluirán en su planificación institucional el abordaje de contenidos de ESI. “A partir de esta ley, vamos a estar más acompañados en la tarea que venimos desarrollando y que es muy importante en términos de ESI y en el marco del respeto”, aseguró el funcionario. Y agregó que en la provincia ya se capacitó a 26.246 docentes, mientras que 86.000 estudiantes participaron de charlas y foros y 4.130 familias participaron en charlas y espacios de formación.
4. Resistencia de la Iglesia
“Bajada ideológica”
Más allá de que el ministro de Educación haya pedido a las autoridades religiosas “tener tranquilidad porque la política educativa no se impone”, sino que se construye, referentes del Arzobispado de Tucumán fijaron su postura contraría a lo resuelto en el Palacio Legislativo. “Consideramos que la adhesión no es necesaria porque la ESI puede dictarse, como de hecho ocurre, sin necesidad de adherirse a la Ley Nacional por las facultades propias que tiene la provincia”, exclamó el sacerdote Amadeo Tonello. En esta línea argumentativa, Tonello sostuvo que en este caso lo importante “es evitar que el dictado de ESI se convierta en una especie de imposición de un pensamiento único sobre el tema”. “Sería equivocado que el Estado se erigiera como único actor educativo”, dijo.
A favor
El oficialismo contó con apoyo
Las bancadas oficialistas fueron las encargadas de garantizar la aprobación de la adhesión a la normativa nacional. “Con la ley se busca que el Estado y las instituciones educativas, en conjunto con las familias, cuiden y orienten a las infancias y las adolescencias”, enfatizó la legisladora Sara Alperovich. Y destacó que con esto se busca “poder hablar de eso que está prohibido”. Por su parte, Gonzalo Montero indicó que esta “herramienta pedagógica” tiene como objetivo prevenir y evitar embarazo juvenil, abusos y enfermedades de transmisión sexual. Pero, la adhesión a la norma también contó con el acompañamiento del radicalismo y Libres del Sur. “Ya estamos adheridos y si queremos hacerla expresa la hagamos, pero no nos metamos en modificar algo que ya está en la Ley de Educación”, manifestó Ricardo Ascárate.
En contra
Manifestaciones y ausencias
Nadima Pecci fue una de las legisladoras que alzó la voz en contra de la adhesión y remarcó que el debate no era necesario porque la ESI “ya está prevista en nuestra ley de educación provincial”. “Por eso y porque solo sirve para adoctrinar y no ha mejorado ninguno de los problemas que se proponía resolver, rechazamos la iniciativa”, enfatizó.
En este mismo sentido, el referente de Fuerza Republicana (FR), Ricardo Bussi, marcó disidencias con el proyecto. “La educación debe ser abordada por especialistas, debe ser liberada de cualquier tipo de adoctrinamiento e ideología que nada tienen que ver con nuestras convicciones y nuestras costumbres”, dijo en Twitter.
Más allá de su postura manifiesta en el recinto, Bussi se ausentó al momento de la votación. El legislador Raúl Albarracín también se sumó al rechazo.
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