La presentación de la camiseta de la Selección para cada Mundial es un acontecimiento en sí mismo. Los hinchas esperan con ansiedad la revelación de los diseños (tanto titular como alternativo) no solo para saber hasta qué punto valdrá la pena desembolsar lo que cuesta hacerse con una, sino también porque suele atribuírseles cierta “carga mística”: por alguna razón, muchos suelen creer que un buen diseño ofrece mayores probabilidades de éxito, y que por el contrario, una camiseta poco estética está condenada al fracaso. Esta creencia se sostiene a pesar de que la historia ha brindado numerosas pruebas en contrario. Por caso, uno de los modelos más elogiados de Adidas fue el que Argentina lució en el Mundial de Corea-Japón 2002 (eliminación en primera ronda) y uno de los más criticados fue el motivo “camuflado” que tuvieron las franjas celestes de la camiseta con la que la “Scaloneta” terminaría ganando la Copa América en Brasil e hilvanando un invicto de 33 partidos. El éxito deportivo le valió -con el tiempo- el éxito comercial y el cariño de la gente.
Tal vez fue eso lo que animó a Adidas a tirar la casa por la ventana y jugársela con un diseño muy disruptivo para el modelo alternativo que Argentina llevará a Qatar: las llamas que emergen desde la base y que simbolizan los rayos del Sol de Mayo se apartan de cualquier otro diseño anterior, pero son solo un detalle comparado con el color violeta que domina la indumentaria y que rompe la tradición del azul que se venía utilizando desde México 86. Una audacia la de la marca alemana, que había cosechado elogios con su conservador y delicado modelo titular.
En un comunicado oficial, la marca de las tres tiritas argumentó que la elección del violeta fue “porque simboliza la lucha por la igualdad de género”.
La explicación no fue suficiente para frenar la ola de críticas hacia un diseño que se considera casi una herejía a la tradición cromática de la Selección, algo que cobra mayor relevancia en una nación sensibilizada por la expectativa que despierta el equipo dirigido por Lionel Scaloni y la despedida mundialista de Lionel Messi.
Lo que sí seguirá la misma línea será la venta en dos modelos de cada una: tanto la titular como la alternativa tendrán una versión similar a la de los jugadores (con tecnología Heat.RDY que la hace más ligera y fresca), a un precio de $28.999, y una versión “aficionado” (con tecnología de absorción Aeroready) a un precio de $16.999.
La camiseta titular ya está disponible y se estrenará en la doble fecha en la doble fecha FIFA de septiembre, contra Honduras y Jamaica. La alternativa recién estará disponible a partir del 6 de septiembre.
Reciclaje
Adidas reveló que la camiseta está confeccionada con hilo que contiene un 50 % de Parley Ocean Plastic, un material recuperado de residuos plásticos recogidos en islas remotas, playas, comunidades y zonas costeras