El último sábado, seguidores de Cristina Fernández se movilizaron al barrio porteño de Recoleta para demostrar su apoyo a la vicepresidenta.
Al igual que días anteriores, la jornada tuvo momentos de tensión e incidentes entre manifestantes y efectivos de la Policía de la Ciudad. Al final, Cristina salió a saludar a los militantes y pronunció un breve discurso. “Quería decirles gracias y pedirles que vayamos a descansar porque ha sido un largo día”, ordenó, y todos se fueron.
Este lunes, toda la cuadra donde se ubica el edificio amaneció cubierta de mensajes de apoyo a la vicepresidenta, también insultos a los vecinos del barrio y hasta amenazas, como “Perón o Muere”. Además, puertas y vidrieras fueron vandalizadas, también basura por todos lados según informa La Nación.
La Policía porteña realizó el sábado pasado un operativo de vallados en inmediaciones de la casa de la vicepresidenta, quien afronta un juicio por asociación ilícita, a la que el fiscal Diego Luciani le pidió 12 años de prisión en la “causa Vialidad”.
La maniobra, que terminó de manera desastrosa, con incidentes y al menos 11 heridos, tenía como fin evitar disturbios en la zona de Recoleta y Parque Lezama, donde se concentrarían las agrupaciones kirchneristas que sostienen que Cristina está siendo víctima de una persecución política.
Luego de una tarde empañada por la violencia, Cristina, desde la puerta de su casa, dio un breve discurso y le pidió a la gente que se desconcentrara. Dijo que se sintió muy apoyada por sus militantes y también remarcó: “en el único lugar en el que desde el día martes hubo escenas de violencia fue en la puerta de mi casa”.