La elección de El Cadillal fue estratégica. Su ubicación es equidistante para todos los pilotos que forman parte del campeonato: Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Perú.
La mayoría se trasladan por vía terrestre por lo que Tucumán es un punto muy interesante. Además el espejo de agua tiene el espacio que requiere la competencia, la tranquilidad y el soporte justo en materia de servicios, más toda la hotelería de la capital. La combinación hizo que fuera un lugar ideal. A los pilotos les pareció fantástico el lugar; gran parte de ello fue por el trato que dio el gobierno de la provincia y el Ente de Turismo.
Las mangas de carrera de todas las categorías fueron muy competitivas. Como se corrieron tres (dos el sábado y una el domingo), eso hizo que las posiciones fueran cambiando. Para la entrega de premios tuvimos un lugar como el Anfiteatro que nos sorprendió: se pudo hacer un gran cierre con música en vivo, donde todos pudieron levantar la copa.