Más allá que supo conseguir buenas victorias en La Bombonera, hoy será la primera vez en mucho tiempo que Atlético jugará allí y no irá de punto. Está claro que tampoco será banca, pero al menos el equipo de Hugo Ibarra deberá mostrarle respeto al líder.
Hay nueve puntos de diferencia entre uno y el otro, pero las distancias aún son mayores en lo futbolístico. Boca alterna partidos regulares, malos y buenos (son los menos) y muchos puntos los consiguió sólo gracias a su poderío individual.
Atlético, por su parte, tiene un libreto bien estudiado que sabe aplicar en todas las canchas. Por eso es el equipo con menos goles en contra, el único que perdió un sólo partido y un íder indiscutido.
Ahora, cuando Fernando Espinoza marque el inicio del partido, todas las suposiciones y estadísticas quedarán de lado. Más allá de que Atlético es el puntero y deberá validarlo en un estadio imponente. Aunque la responsabilidad siempre será del local, por nombre propio, por lo que exigirán sus hinchas y porque tiene la obigación de achicar la brecha.
Ramiro Ruiz Rodríguez y Sebastián Villa están señalados a ser las cartas ganadoras de Ibarra y Lucas Pusineri. Lo defensores deberán estar 100% concentrados y sin dejar espacios.
Que a esta altura del torneo Boca pueda soñar con pelear el torneo es gracias a las individualidades y no por otra cosa; porque los problemas internos abundan en el “Xeneize”. De hecho, en los últimos días, el vicepresidente Juan Román Riquelme organizó un asado con todo el plantel en pos de encontrar la paz en el vestuario.
Al “Decano” no le sobran los jugadores de renombres pero algunos apellidos empiezan a imponerse como revelaciones del certamen; caso “RRR”, Manuel Capasso y Joaquín Pereyra.
Hay promesa de partidazo en La Boca. Cada uno con sus armas, buscará quedarse con el triunfo.